Cosa seria, no?

Hasta hace poco (principios de marzo), Estudiantes jugaba mal. Perdía feo con cualkiera, empataba sin pena ni gloria y por ahí ganaba algún partido. Todo a los tumbos, con muy flojitas performances para tan buen plantel. Desde acá se le reclamaba a Astrada un plan de vuelo. Evidentemente, no lo tenía. Y así le fue.

Con la llegada de Sabella se intuyó lo que en el AF llamamos bidón. Y los resultados fueron apareciendo. Cosa seria, no? El Pincha se rearmó de atrás para adelante; volvió a ser un equipo corto con tendencia vertical y profunda; demostró que puede adaptarse al rival y sus circunstancias, parándose de contra o tomando la iniciativa, jugando asociado por abajo y/o reventándola a la calle si las papas queman. Manteniendo concentración y regulando el físico. Y tantas virtudes más. Vimos resurgir algunas vs. la b*sta, ñuls, en Sukre también, en las goleadas a Kito y Cruzeir* acá... Virtudes que permanecían ahí, latentes, pero que debían rescatarse y ponerse en marcha desde consignas claras.

Varias de estas premisas básicas del fútbol moderno pudieron verse anoche vs. lanú. Estudiantes jugó un partido notable, sobre todo en la media hora inicial del pt, frente a un muy buen equipo que pelea el campeonato. Y terminó pintándole la cara en su propia casa. Con la dupla El Mejor / Braña como estandarte, con Pérez encarador, con delanteros atentos y aportando una mayor cuota de sacrificio. Y con una defensa muuuy sólida, apuntalada por el mejor arquero del país (lejos). Entonces, gracias a este andar equilibrado se pudo disfrutar del toqueteo delicioso del final que culminó con la definición del Rana Iberbia.

Cosa seria, no? Sí, ésa misma, la que el Zorro nos enseñó hace 40 años: laburar, laburar y laburar.

¡Salú!