Más vale enan* en7errad* ke en un jardín de parad*... │ "Si las cábalas funcionaran ningún equipo perdería" (Bilardo) │ En kasa de fierr*, enan* hasta el perr*... │ "No son cábalas, son costumbres" (Bilardo) │ "Para ser un buen DT hay que saber hacerse el boludo" (de Zubeldía a Bilardo) │ "Un equipo no puede jugar bien si tiene el 30 % de bobos" (A. Geronazzo) │ “Una cagada es un gol, un gol es un partido y un partido es un campeonato” (Eduardo L. Manera) │ "Si te hace tan feliz no ser el peor, imaginate lo hermoso que es ser el mejor" │ "La ciudad está en orden" (Alejandro Sabella) │ "Yo a Estudiantes lo llevo en el corazón y en el alma, no en el bolsillo" (JSV) │ "La pelota no se pisa, para eso está el rival" (Comandante Pablo) │ "Con los boludos hay que poner testigos" (Bilardo) │ "Si el Madero es la redención de los humildes, Pachamé es la sublimación de los guerreros" (Le Prof) │ "Sin arcos es fácil, con arcos es difícil" (de Bilardo a los líric*s) │ "La mitad de la vida es coraje, la otra mitad es táctica" (Roque Dalton García, poeta salvadoreño) │ No lea los diari*s, lea el AF (vox populi) │

SE DICE DE MÍ (dom.03.07.11)

Nuevo sitio de encuentro de antifierr*s en El Toro Calandra (www.eltorocalandra.blogspot.com.ar), blog a cargo de Nolo donde se revive el amateurismo albirrojo y Lee Harvey sigue analizando los partidos del Pincha. En tanto, desde el domingo 3 de julio el AN7IFIERR* queda cerrado nueBamente. Muchas gracias por habernos acompañado y hasta siempre.

LA MOVIOLA

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jueves, 17 de febrero de 2011

Al mal juego buena pilcha

martes, 18 de enero de 2011

Souvenir moda '68

(Por Nolo) En los días previos a la final de Old Trafford, el diari* británic* sensaci*nalista D*ily Mirr*r publicó una revista especial con interesantes detalles sobre este choque intercontinental entre el Manch*ster Unit*d y nuestro Estudiantes de La Plata. La denominó "All Star Colour Souvenir" y a lo largo de sus 36 páginas dedicó -obviamente- la mayor parte a resaltar las virtudes del equipo inglés, su cuerpo técnico y su club; pero también se ocupó -y sin subestimarlos en general- de los muchachos de Osvaldo Zubeldía, de cuya muerte ayer se cumplieron 29 años. Estimamos que entre traducciones y comentarios podremos construir una mirada más sobre la mayor gesta pincharrata de la historia.

Personalmente, aconsejo detenerse en dos detalles: la ¿sonrisa? del carnicer* N*bby Stil*s, el durísimo número 5 expulsado -como corresponde- en el partido de ida en la B*mbonera (página 2) y el informe sobre el paso de Neil McBain como dt albirrojo entre fines de los 40 y principios de los años 50 (página 33, posteamos algo al respecto en abril de 2008, ver link).

Para descargar el archivo pdf, pueden hacer click acá, también sobre la imagen o en el link de la "Biblioteka del AF" (columna lateral derecha). Es muy importante subrayar que la descarga sólo funcionará ingresando a la página del AF y desde los 3 lugares citados.

pd: material y scanneo gentileza de los parrokianos Unodostros y Mariano del P.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Costumbres o barb*rie

(Por Carlos S. Bilardo) Yo te dije, te dije, lo vengo diciendo desde el año 60, 70, 80, 90: no podés descuidarte ni un segundo, ni uno, nada. Tenés que enseñar, enseñar, enseñar, enseñar, una, dos, 5, 10, 20, 50, 100, 1.000 veces, para mí eh! ¡pa-ra-mí! Así aprenden, aprenden, aprenden, aprenden. Las costumbres, no? Las costumbres. Enseñar a la 1, 2, 3, 4, 5 de la mañana si hace falta. Porque te das vuelta y pim pum pam... viene uno y te dice "Valeria Lynch" o "pescado". ¡Nooooo, paráaa, paráaa! Y ahí tenés que decirle esto, lo otro, así va, así no va, allá bien, acá mal.

Alaye', por ejemplo. ¿Agustín se llama, no? Bué, me acuerdo una vez que fuimos a agradecerle ahí al santo San Agust... no, dejá, no importa. El Flaco está bien, va, va, va, va, sabe con línea de tres o de cuatro, grita cuando hay que salir, va bien arriba como Spadaro, FuSeneco que estaban bien, ellos estaban bien con Osvaldo, y como Bron, como Bron. Alaye'stá bien, lee el AF todos los días, muy bien. ¿Y qué pasa? Que córner mal tirado es g*l cantad*, peeero... del c*ntrario. ¡Paráaaa, viejo, pará un poco! ¡me van a matar! Entonces yo les digo que me pregunten, me pregunten "Carlos... ¿cómo es esto?" y yo les explico, les digo, les explico, porque hay que explicarle', hay que explicarle': así, asá, así no, así sí, aquello, lo otro. ¡Andá y leete el Pekeño AF Ilustrado por lo meno'!

Y lo agarrás a Alaye' y le hacés un test, no? El Test del An7ifierr*, que está muy bien. Una pregunta, dó pregunta', 3, 4, 5, 6, 7 pregunta'. Y fijate, eh, fijate por qué me va a dar un infarto, mirá, eh, mirá (abajo tenés el cuestionario para ir siguiendo en el video):


Cuestionario

1) El micro que lleva a los jugadores tiene por costumbre, en determinada esquina, pasar sin detener la marcha (hay semáforo). ¿Qué debe hacer el chofer?
a) Pasar como sea
b) Ir muuuy despacio en los últimos metros hasta enganchar luz verde
c) Calcular el cambio de luces una cuadra antes y en todo caso dar vueltas manzana hasta llegar y encontrar luz verde

2) Durante el almuerzo, alguien propone un brindis. ¿Con qué bebida es fierr* hacerlo?
a) Con jugo de naranja
b) Con agua
c) Con gaseosa

3) Alguien ingresa a una habitación y deja 5 objetos sobre la cama. ¿Cuál no debería haber apoyado para evitar una desgracia?
a) El paraguas
b) El saco
c) Los anteojos
d) El sombrero
e) El pañuelo

4) ¿Qué debe hacerse si se derrama sal?
a) Tomar una pizca y arrojarla sobre el hombro izquierdo
b) Tomar una pizca y arrojarla sobre el hombro derecho
c) Tomar una pizca y arrojarla sobre la cabeza
d) Pisarla al grito de "fuera, Satanás"

5) ¿Cuál de estos alimentos se considera amuleto de la buena suerte?
a) La cebolla
b) El ajo
c) La zanahoria
d) La manzana

6) La selección argentina de 1986 viajaba rumbo a los estadios escuchando el tema musical "Gigante chiquito". ¿Quién lo canta?
a) Sergio Denis
b) Valeria Lynch
c) Juan Carlos Baglietto
d) María Marta Serra Lima

7) ¿Qué comida es desaconsejable un día antes del partido?
a) Carnes rojas
b) Poll*
c) Pescado

pd: producción de El Contra (camarógrafo), Mystic Love (encuestador) & Lee Harvey (edición de video)

jueves, 18 de noviembre de 2010

Pós7er AF Nº 37

(click en la imagen para ampliar & comulgar)

viernes, 1 de octubre de 2010

Sable láser y bidón

Intercambio de e-mails entre el parrokiano Darth Vader y el editor del diari* Ol*, Le* Farin*lla, a partir del artículo "Men*tti y Bilardo ya fueron", publicado el lunes 20.09.10 en el medi* citado.

De: Darth Vader Para: Farin*lla, Le*
Enviado el: mar 21/09/10 10:34 Asunto: Men*tti y Bilardo ya fueron

Estimado Leo, en verdad tratar de disentir con altura con vos se me dificulta, por tu escasa estatura editorial. Sería más honesto de tu parte que hacer otro tipo de reseñas deportivas para tratar de llenar espacio en Ol*, en lugar de mezclar todo y manchar a mansalva. Tus conceptos contienen un error (por ser piadoso y creer en tu buena fe) al reavivar una vieja disputa que ya no tiene sentido. El sólo hecho de mencionar las “hazañas” de Men*tti y comparar contra lo hecho por el Dr. Bilardo es un sinrazón. Mucho me agradaría pudieras enumerar esas “hazañas”, más te digo, me encantaría pudieras intentar equiparar los fracasos y en ambas ocasiones descubrirías cuán equivocado estás. Pero aún así, si pretendieras escudar tu discurso simplista detrás del folklore futbolero, lo verdaderamente indefendible, impresentable, una falta de respeto grande como tu ego, es el comparar o pretender deslizar que Batista es más que el Dr.!!! Esto habla a las claras que lo tuyo es lisa y llanamente una farsa periodística. Ni siquiera puede catalogarse de opinión o gustos...
Leo, espero una fe de erratas, si no quedará como lo que hasta ahora es: una FE DE RATAS.
Atentamente
DV


From: Farin*lla, Le* To: Darth Vader
Sent: Mié, 22/9/10 Subject: RE: Men*tti y Bilardo ya fueron

DV, si tuviera tu estatura, diría, sencillamente, dedicate a los impuestos. Pero como no soy tan despectivo como vos, quisiera recibir algún argumento para descalificarme de tal manera. En tu escrito, no recibí ninguno. Preguntale a toda la AFA, predio de Ezeiza, jugadores, PF y más, si Bilardo está en su sano juicio. Bilardo, el Bilardo que yo respeto y vos supongo que también, no existe más. La vida pasa para todos. Y ya nadie pincha ratas.
Saludos


De: Darth Vader Para: Farin*lla, Le*
Enviado el: jue 23/09/10 Asunto: RE: Men*tti y Bilardo ya fueron

Estimado Leo, ante todo muchas gracias por tu respuesta y sobre todo por haberte tomado tiempo para elaborar la misma. Resulta más que evidente que la nota (o editorial si preferís) que generó mi correo e indignación no tiene ni una sola de las pretendidas fundamentaciones o argumentos objetivos que reclamás de mi persona en tu correo de respuesta. Obviamente ponerse en víctima es un recurso tan superfluo como bajo de tu parte. Por otra parte, y como bien reconoces, no estamos a la misma altura ni profesional ni humana. Si en mi profesión me manejase con la superficialidad con la que demostrás manejarte, no solo por tu columna sino ya más bien por tu respuesta, sería tratado de inepto. Estas palabras por más duras que parezcan, tratan de ser justas. El periodismo no debiera tratase como un pasatiempo, sino con responsabilidad. Los argumentos objetivos y sin indagar demasiado, indican que Bilardo es/fue:

Doctor en Medicina, jugador y director técnico de fútbol. Como jugador: 1959 Campeón Panamericano con la Selección Nacional; 1960 Olímpico de Roma, representando al país con la Selección Nacional; 1965-1970: club Estudiantes de la Plata, donde obtuvo los siguientes títulos: 1967 Campeón Metropolitano y Subcampeón Nacional invicto; 1968 Campeón de América, Subcampeón Metropolitano, Campeón Intercontinental; 1969 Campeón de América, Subcampeón Intercontinental; 1970 Campeón de América y Subcampeón Intercontinental. Como DT: 1971-76 Estudiantes de La Plata, subcampeón Nacional 1975; 1977-79 Deportivo Cali, Colombia, Campeón Nacional 77 y 78, subcampeón de América 78; 1980-81: Seleccionado Colombiano; 1982: Estudiantes de La Plata, campeón Metropolitano; 1983-1990: Selección Argentina, Campeón del Mundo 1986, Subcampeón del Mundo 1990; 1999/2000 Seleccionado Nacional de Libia; 2003: Estudiantes de La Plata.

Hasta aquí, datos. Agrego que la fuente es su página oficial. ¿Vos podrías citar objetivamente algún hecho y la fuente para afirmar o sostener lo que escribiste? Agrego que es médico ginecólogo, recibido en sus tiempos de jugador. Periodista deportivo (aunque te concedo que su título podría no tener validez). No cuento su gestión al frente de los seleccionados como manager a pesar que por lejos fue lo mejor que tuvo esta última gestión para Sudáfrica 2010, sin ir más lejos con el lugar elegido para la concentración. Creo que no hay que preguntar nada en AFA o en Ezeiza. Bilardo es un obsesivo sin límites y de su metié conoce más que nadie, mal que le pese a muchos. Sin embargo me gustaría pudieras equipar los datos que consigno (aun suponiendo que la mitad de ellos no fueran veraces) con los de Batista y Men*tti para que los puedas poner en un plano siquiera de igualdad o de superioridad como mencionaras en el caso de Batista.
Por último, no puedo dejar de mencionar tu prejuicio al cerrar el correo en respuesta, pero en el fondo como dijo Bielsa alguna vez: “…ninguna identificación con usted me hace bien. Entonces, cada vez que algo nos encuentra yo me distancio. Usted es mi enemigo, que me enaltece. ¿Me entiende? Cuanto más lejos estoy de lo que usted representa, mejor soy”.
Atentamente.
DV

From: Farin*lla, Le* To: Darth Vader
Sent: Jue, 23/9/10 Subject: RE: Men*tti y Bilardo ya fueron

DV: ud no aprende. Es un irrespetuoso y un soberbio. Lamentablemente, dejó pasar su oportunidad. No recibirá más respuesta de mi parte, por el nivel de sus agresiones. Hace rato que aprendí a no perder el tiempo. Usted es eso, una pérdida de tiempo. Piense que cada segundo que pase escribiéndome es una pérdida de tiempo y, por lo tanto, lo convierte en un poquito más inepto de lo que ya es. Hágase un favor, pida ayuda. Su soberbia puede devorarlo. Saludos.

From: Darth Vader To: Farin*lla, Le*
Sent: Jue, 23/9/10 Subject: RE: Men*tti y Bilardo ya fueron

Estimado Leo: sólo pretendí acercarle los argumentos objetivos que me había pedido. Es más, considero que el que perdió la oportunidad ha sido usted, ya que le propuse me aportara desde mi total y absoluta ignorancia los palmarés que empardan o superan a los del Dr. Bilardo para respaldar su nota ideológica; pero bueno, veo que no habrá ocasión alguna. Realmente me sorprende viniendo de alguien que se dice periodista la falta de convicciones para defender aunque sea sus ideas. Esconderse detrás de las supuestas ofensas nunca lo hará crecer intelectualmente, sépalo. Los hechos están ahí, sólo tiene que quitarse la pereza y ahondar, profundizar. No se ofenda, eso es trabajo, no opinión de café. Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio. Atentamente,
DV

viernes, 10 de septiembre de 2010

Entonces yo daré la media vuelta

(texto de Roberto Fontanarrosa) Hay programas deportivos de televisión dedicados a la nostalgia. Repiten fragmentos de partidos que se jugaron en el pasado. Pero no es un pasado tan remoto. Se trata de partidos pertenecientes a campeonatos de hace ocho, nueve años, cuando mucho. A veces suelen pasar pedazos de partidos que jugó Central. Y en la mayoría de esos casos me asalta una sensación cercana a la decepción. Decepción de mí mismo y de la real profundidad de mis sentimientos. Porque pienso que, en aquel momento, cuando se disputaba ese partido, yo debía estar sufriendo como un loco, nervioso, tenso, a la espera del resultado final, como todos los domingos. Y hoy, frente al televisor y a la repetición del encuentro, observando las jugadas de riesgo, no recuerdo ni cómo salieron. ¿Para qué entonces tantos nervios? ¿Para qué entonces tanta angustia, si las emociones en mí han sido productos tan poco imperecederos?

Por otra parte aparecen jugadores luciendo la camiseta auriazul que me hacen exclamar “Mirá quién jugaba”, con sorpresa, porque me he olvidado completamente de ellos. Pero completamente. Muchachos que alternaron la titularidad con la camiseta canalla, quizá durante todo un torneo, pero que desaparecieron un buen día, sin dejar huella, sin imprimir en la memoria el más mínimo de los recuerdos. Nombres, tal vez, que uno ha barajado durante la semana, calculando su presencia el domingo próximo; que uno ha leído en la prensa como firmes candidatos a ocupar la plaza de lateral derecho; sobre cuya capacidad uno ha discutido en el café posiblemente durante horas. Y después se desvanecen en las brumas de una pretemporada, como fantasmas, como entes incorpóreos. Hay jugadores, incluso, que son olvidados en el mismo momento en que están jugando y esto configura un caso más curioso. Cometen, por ejemplo, una equivocación gruesa, aciertan un pase difícil, los putea alguien desde la tribuna o les reconoce un plateísta el infrecuente acierto y entonces uno se despierta y dice: “¿Cómo? ¿Estaba jugando Menichetti?”. Por eso en ocasiones pienso: ¡Qué bien debe haber jugado el Nolo Ferreira! ¡Cuántos comentarios elogiosos deben haber derramado los abuelos, los tíos, los padrinos, los tíos abuelos para que todavía, después de tantos años, la gente siga repitiendo que ese muchacho era un fenómeno! Cuántas anécdotas, cuántos relatos de jugadas increíbles habrán tenido que acumularse para que hoy alguien, en una mesa de café, deje caer ese nombre (como Borges dejaría caer el de Jacinto Chiclana) y todos sepamos que se trataba de un jugador de fútbol extraordinario, talentoso y elegante, y que vestía la camiseta de Estudiantes de La Plata.

La misma que años después vestiría Infante, a quien recuerdo en un solo momento, como si su imagen hubiese quedado atrapada en una formación de hielo, congelada y quieta: haciéndole un gol de media vuelta a Central, en el arco que está de espaldas a la avenida Génova. Fernando me había anticipado: “Infante siempre hace goles de media vuelta”, como si fuera un vicio de ese hombre, una manía que lo llevaba a ponerse de espaldas al arco para definir con un giro. Aun cuando se hallara previamente de frente. Lo cierto es que esa tarde Infante nos hizo un gol de media vuelta, bien alta su pierna derecha para que no se le levantara el disparo. Hoy, dado el paso del tiempo, esa imagen se me mezcla con la de Pedro Infante, el legendario cantante mexicano, tal vez por aquella canción que decía: “... entonces yo daré la media vuelta y me iré por el sol, cuando muera la tarde...”

El borroso equipo de Estudiantes campeón de 1982 (dirigido por el mejor alumno de Zubeldía, Carlos Salvador Bilardo) tenía, eso sí lo recuerdo con nitidez, un mediocampo formidable. Digo, como hincha, que en el mediocampo se definen los partidos. Tener un goleador es muy importante; hablo de un goleador goleador, del tipo “consumidor final” como Fernando Morientes del Real Madrid, de los que fuera del área no significan casi nada. Pero es como tener una bala. Si uno tiene una bala, pero no cuenta con una pistola para dispararla, esa bala no sirve en absoluto. Si no hay un mediocampo que alimente a ese tipo de goleadores, el goleador se muere de hambre, cambia de color, se le marchitan sus pétalos, se torna mustio y se seca. En el mediocampo se decide la tenencia de la pelota y en la tenencia de la pelota, por otra parte, está el apoyo del público. El aliento de la hinchada arranca cuando el equipo recupera la pelota. Allí se enfervoriza la parcialidad, grita, empuja, para que esa pelota se transforme en gol. Cuando el rival la tiene un tiempito, pasan a callarse incluso los entusiastas. Y cuando el adversario la tiene una hora seguida, entonces se callan hasta los más fanáticos.

Aquel mediocampo de Estudiantes podía tenerla durante mucho tiempo porque contaba con tres hombres enormemente habilidosos como Marcelo Trobbiani, Sabella y el Bocha Ponce, quienes además mostraban muchísima movilidad. Como volante de contención oficiaba Miguel Angel Russo, más silvestre quizá, más áspero, pero muy sólido y pensante como para saber adónde se debía estar en cada momento del partido. Tanto como su firmeza en la cancha me sorprendió un día su firmeza ante el periodismo cuando aún era jugador, en un reportaje al finalizar un partido. El periodista aventuró un esquema táctico que podría haberse implementado durante el encuentro. “Sí –le contestó Miguel–, pero adentro de la cancha es otra cosa”. El cronista insistió con su aporte. “Sí –repitió Russo–, desde afuera se ve de una manera, pero adentro de la cancha es otra cosa”. Tajante, drástico, dejando en claro que no son iguales las cosas vistas desde una cabina alejada del verde césped que vistas desde el fragor del combate, la urgencia y la transpiración. Arriba, aquel Estudiantes tenía un par de hombres que se movían con el concepto actual de “uno por adentro y otro por afuera”: Gottardi y Trama. Trama, más fino, más habilidoso, pero también más versátil. Gottardi, el de afuera, con mucha tendencia a venirse adentro aprovechando su enorme efectividad en el cabezazo, su potencia y su guapeza. Gottardi era casi siempre el disparo final, la bala de mejor calibre de este equipo platense.

Todavía hoy, cuando Estudiantes consigue un gol de pelota detenida, casi siempre de cabeza, no falta alguno que recuerde aquella escuela de Osvaldo Zubeldía. Un ejemplo esporádico de reconocimiento a esta rama de la docencia, en un país donde (y así lo recuerda Mercedes Sosa, cantando “Campana de palo”) no hemos sido demasiado justos con los educadores.

pd: "Entonces yo daré la media vuelta" pertenece al libro "No te vayas, campeón" y fue acercado por el gastronómiko Pichuko para los recordatorios del Día del Maestro (mañana, 11 de septiembre).

sábado, 21 de agosto de 2010

La llegada del Heredero

“Estudiantes pasó por muchas fuleras y siempre
salió adelante. Confío en los muchachos
y en la gran experiencia de todos”
(Juan Ramón Verón, agosto 1971)

Por Pichuko
(bijilante en jefe del archivo)


Año 1971. La enorme borrachera de copas acababa de terminar. Y si bien apenas habían pasado un par de meses de la final con Naci*nal el momento de la resaca se presentaba repentinamente sin siquiera pedir permiso. El equipo, a pesar de ser prácticamente el mismo que había ganado todo, estaba a la deriva, maltrecho, último en la tabla y con grandes chances de irse al descenso. Sólo un salvador podría evitar lo que parecía escrito.

Agosto se había iniciado con Enrique Omar Sívori (en la foto junto a M. Ignomiriello) como director técnico, pero abandonaría pronto el cargo. Mientras se buscaba de urgencia un reemplazante, asumió interinamente el profe Jorge Kistenmacher, quien lograría un empate y una victoria en dos presentaciones. Y sería Carlos Bilardo, el gran estratega que el Zorro supo tener dentro del campo de juego, quien se haría cargo de la situación. "Dije que sí porque antes que nada pensé en los amigos que uno tiene en el club y a los que no se les puede negar una mano". Y para reafirmar esa buena voluntad aseguró: "No voy a cobrar un solo peso… y si el club en reconocimiento me llega a pagar algo, lo donaré a algún hospital o a alguna sociedad de beneficencia".

Al carecer de título habilitante para cumplir la función, el doctor apeló al embidonado eufemismo de "orientador asesor del plantel". De esta manera evitaba herir susceptibilidades de la agremiación de entrenadores que exigía poseer la credencial correspondiente, así como también la firma de un contrato y el cobro de sueldo por la gestión. Tampoco tenía permitido ocupar un lugar en el banco de suplentes, de allí que asegurara: "Tenemos previsto el lugar donde voy a estar ubicado".

Y si bien desde el retiro del Cabezón Sívori estuvo junto a sus ex compañeros colaborando, después de una reunión con el presidente Mario Martínez, estuvo oficialmente a cargo de la planificación del trabajo del primer equipo. A priori la patriada era más que difícil, había que sacar 23 puntos sobre 28 en juego. Apenas asumido, el primer partido sería el 22 de agosto ante Indesingente de visitante, entonces puntero y quien se terminaría llevando el torneo. Por lo tanto, la consigna fue traerse un punto de Avellaneda.

Para lograrlo, Bilardo planteó el partido con su conocida astucia. Togneri y Pachamé sobre los creadores del rival y el Bocha Flores o Echecopar tomando al otro volante con iniciativa de abastecer a los atacantes, bien marcados por los del fondo con el tucumano Aguirre Suárez como líbero para solucionar cualquier distracción. De esta manera cortó todo circuito de fútbol y partió en dos al rival dejando a los delanteros aislados. ¿El ataque? Lito Aguilar por un lado, Pelusa Bedogni por el otro para tirar alguna diagonal y poco más. Sostenido con marca permanente en todos los sectores, despliegue físico y vocación por la lucha el resultado obtenido fue el buscado: 0 a 0.

Demás está decir que el Pincha finalmente se salvaría y que el Doctor se iría una vez terminado el torneo como también lo había prometido. Mejores tiempos estaban a la espera, la revolución sería permanente.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Un equipo, dos torneos

“Tengo gente para reemplazar cualquier ausencia
sin que se resienta el funcionamiento del equipo”
(Osvaldo Zubeldía, marzo de 1968)

Por Pichuko
(titular siempre)


Nunca está de más resaltar la ferocidad con que se jugaban los partidos de Copa Libertadores en los '60. La contraparte de ese sacrificio eran las lesiones y contusiones sufridas. En el caso de Estudiantes, por tener un plantel reducido, se traducían en dificultades mayores a la hora de armar el equipo. A cinco días de vencer a Indesingente esta situación se tornó manifiesta en el enfrentamiento contra Universitari* de Lima (foto), en La Plata. Los tres equipos pugnaban por el pase a semifinales del torneo continental (edición 1968) y la tarea no era nada sencilla.

Seis de los habituales titulares no estarían esa noche de abril en 1 y 55: Manera, Aguirre Suárez, Malbernat, Pachamé, Echecopar y Ribaudo. Tres de ellos por la rudeza de los peruanos en el partido de ida más de dos semanas atrás, aunque el cansancio por afrontar simultáneamente el torneo local también favorecía las lesiones. En ese contexto, cualquier equipo hubiera bajado sensiblemente su rendimiento. Pero, si bien Estudiantes no fue el mismo, demostró que todos sus integrantes estaban en condiciones de garantizar la propuesta futbolística de Zubeldía.

Las crónicas periodísticas aseguran que solo durante los 20 primeros minutos el Pincha pasó alguna urgencia por desacoples defensivos (en los tres primeros nombres de la lista de ausentes se encontrará la respuesta), pero una vez que el Tato Medina sincronizó con Madero y que éste solucionó los desaciertos con Spadaro en la dupla central la solidez atrás fue la habitual. El mediocampo, en tanto, tuvo mayor número y dinámica que el rival. Pero la gran diferencia se dio en la ofensiva. Verón, Conigliaro y Lavezzi generaron numerosas chances, sobre todo en el segundo tiempo, entonces el 1 a 0 final tuvo gusto a poco. ¿El gol? De la Bruja, a los 10 del pt, con un preciso y potente remate desde 25 metros (foto).

El resultado le permitió al equipo del Zorro llegar nomás a las semifinales de un torneo que luego conquistaría. Y si bien el festejo por ganar el grupo más difícil de la copa era más que merecido, la cargada agenda obligaba a seguir preparándose: en apenas tres días esperaba Platens* por el Metropolitano.

Ese grupo demostró, entre otras cosas, que se podía tomar con seriedad ambas competencias utilizando la mayor disponibilidad de titulares. Más allá del desgaste físico y mental, los hombres de El Magno Sabella ya han honrado, y con creces, ese legado.

martes, 4 de mayo de 2010

Aquellas semifinales del 68 (II)

“La lección memorizada
en tres años de práctica
salvó a Estudiantes”
(El Gráfico, abril de 1968)

Por Pichuko
(bijilante del depósito AF)


Ambos equipos habían ganado aprovechando su fortaleza como local, pero Estudiantes tenía un gol de ventaja decisivo en caso de persistir el empate en el alargue de este tercer partido. El escenario: M*numental de Núñez. Y hacia allá fue el Pincha con su equipo, con su gente. El choque en La Plata había generado gran cantidad de comentarios y la atenta mirada de Ang*l C*erezza intentaría desbaratar cualquier intento de bidonear el partido.

Bien sabido es que el equipo contaba con pocos nombres; era un plantel corto, pero con gran versatilidad. Porque como dijo un defensor rival devenido hoy en c*mentarista de la tv: “Por ahí sale jugando Taverna de back centro y siguen lo mismo…” Sin embargo, la gran cantidad de encuentros había dejado agotado al equipo, el enorme esfuerzo que venía haciendo desde principios de año se sentiría como nunca esa noche.

¿Cómo fue el partido? Ambos presentarían un sistema táctico similar, con la mitad de cancha como principal lugar de lucha. En la primera media hora prevaleció el Pincha. Más clar* con la pelota, con permanente presión sobre la salida de los defensores rivales y mejor agrupado para salir jugando, aunque con carencia ofensiva. Esa sería toda la propuesta, o casi; en ese momento comenzó a prevalecer la amarguemia. Sin marca subía Basil* y lo mismo el Panader* Dí*z por su lateral. Pero la omnipresencia de Madero y la solvencia de Poletti impedían la definición de las incursiones rivales.

En la segunda etapa se acentuaría este panorama y el equipo del Zorro se iría tirando más atrás, apostando cada vez más al contraataque. Solo la movilidad de Conigliaro y la aptitud de Verón mostraban vocación ofensiva. Pero defendiendo también se ganan partidos. Los delanteros de R*cing empezaron a caer sistemáticamente en offside, producto del laboratorio de City Bell que se fue transformando en la herramienta de interrupción adecuada para un equipo que está extenuado en lo físico, pero que defiende con riqueza espiritual. A los 30' dos salían por expulsión y entraban a la comisaría: el Coc* Basil* y el Negro Aguirre Suárez.

Al comenzar el suplementario, la pregunta de los que no conocían a Estudiantes era: ¿cuánto más podrá durar así? La respuesta llegó a los 7 minutos (ver fotos, click para ampliarlas). La desesperación se transformó en locura para los de Avellaned* viendo, como nunca, que se quedaban afuera. Y a los 20, otra corrida de Conigliaro salvada por el arquer*. Luego, dos más dejarán la cancha para ir a Devoto: Ch*bay y el Topo Togneri. Cuando el desenlace ya estaba escrito llegó un penal para los futuros eliminados. Cambió el resultado, pero no la serie: Estudiantes finalista de la Libertadores.

Festejo y locura. Con Bilardo tirado en la puerta del vestuario producto del agotamiento, retumbaban más que nunca las palabras del entrenador derrotado (Pizz*tti): “Y todavía hay gente que cree en el fútbol de pura improvisación”.

pd by LH: y para cerrar este extraordinario informe de Pichuko les ofrecemos -al mismo precio, forajidas & forajidos- un video editado por Claudio, el Enkargado, con un fragmento del programa "Fuimos Héroes" (2008) en el ke peri*distas y jugadores analizan akellos tres partidos inolvidables vs. yasinclú. Salú.

lunes, 26 de abril de 2010

Aquellas semifinales del 68 (I)

¿Debemos resignarnos a que cada partido
por la Copa
entre equipos argentinos sea
el enfrentamiento
de dos bandas de gangsters?
(Juvenal, 1968)

Por Pichuko
(gangster-flogger)


Las batallas contra la amarguemia fueron el paradigma de lo que con el correr del tiempo se denominó “un partido de Copa”. Sin dudas, conforman la fantasía suprema del Comandante. Pierna fuerte, fricción y tumultos, pero sobre todo bidón, MUCHO BIDÓN, para lograr lo que se iba a buscar: el triunfo para seguir en carrera.

El primer match de la serie se jugó en el estadio regalado por Per*n, donde se impusieron los locales por 2 a 0. Las crónicas hablan de un Estudiantes que salió a “trabajar” el partido, pero que no pudo salir nunca del esquema inicial y que aún en desventaja no supo cómo ir a buscarlo. Pero El Gráfico comienza su crónica de manera profética: “Este resultado no arroja nada definitivo para el futuro de esta serie argentina de la Copa…” Por otro lado, los encontronazos entre el Ph. D. y Aguirre Suárez por un lado y Chab*y y el Panader* D*az por otro, serían el preludio de lo que sucedería unos días más tarde en La Plata. Osvaldo Ardizzone nos entrega la síntesis de lo ocurrido el 24 de abril de 1968 en 1 y 55 (click en la imagen para ampliar).

pd: por cierto, la semifinal se definirá en R*ver tres días más tarde, pero esa será otra historia… otra hermosa historia.

Empanadazo al Cappado

Este mediodía, el empanadero Juan Sebastián Verón dijo algunas cosas por radio, más ke nada referidas al último partido vs. ri-verga. Pateó un tiro libre entre ceja y ceja del frakasado vendehum*: "Para defender cierta ideología con fundamentos hay ke ganar cosas y Capp* no ganó nada". Y varios sablazos más. Dale plei y disfrutá... salú!


martes, 16 de marzo de 2010

71 bidones

Nuestro guía espiritual, el Ph.D. CSB, cumple hoy 71 años (nació el 16.03.39). Y este siniestro y bidonísimo bar kiere festejarlo como corresponde. Por eso, y para evitarse un planchazo mandibular del Comandante PCB, un novato forajido choreó hábilmente un recorte del carpetón de Pichuko. Por suerte, eligió uno de los mejores: pertenece a la revista El Gráfico y se titula "Es el doctor Bilardo, pero pregunte por Carlitos", de Osvaldo Ardizzone. Tan extensa como imperdible.
Salú, Narigón kerido.

(click en las imágenes para ampliar)

viernes, 12 de marzo de 2010

Fútbol y patria

Tal el título de un libro (ke se estira en "El fútbol y las narrativas de la nación en la Argentina", Prometeo, 2006) del sociólogo Pablo Alabarces sobre el fútbol vernáculo desde la fundación de sus clubes y el profesionalismo (1931), hasta el presente. A lo largo de más de 200 páginas, el autor vincula el desarrollo del 11 contra 11 con diversas etapas políticas del país (décad* infam*, peronism*, dictadur*s, democracia) y con otros fenómenos como el denominado "maradonismo" y la irrupción de la tv como financista mayoritario.

Con alguna intención antropológica, PA apela a largos pasajes descriptivos -a veces profundamente tediosos- para intentar explicar semejante pasión popular en medio de un difuso concepto de patria y de hitos sociales ke marcaron a la Argentina.
Pero como cultores del bidonismo nos va a interesar puntualmente, ké duda cabe, el capítulo V ("Modernidades: la saga de Estudiantes de La Plata"), dedicado exclusivamente a la profunda huella ke dejó nuestro campeón de todo de la mano del Zorro Zubeldía, con especial hincapié en el debate "antifútb*l y representación nacional". El autor comete varios errores de fechas y hasta de lugares, pero se empeña en detallar y descifrar akellos años fundamentales ke algunos se animaron a bautizar como de animals vs. gentlemen. A comerla...

Una opción más de lectura y reflexión, como para sumar argumentos, para rebatir y seguir en esta cruzada mística y gloriosa ke ya lleva nada más ni nada menos ke... 45 años.
Ke lo disfruten, salú.

(para descargar el archivo futbol_y_patria.pdf click acá, botón derecho "Descargar como..." o en la imagen o también en la columna derecha, "Biblioteka del AF")

domingo, 21 de febrero de 2010

Es la ideología... ¡estúpido! (I)

Por Larecódetumá
(es el más... ¡bijilante!)


Llama mucho la atención que los embates que, por aquel entonces, recibiera la mente iluminada del Zorro y que, poco más adelante, comenzara a sufrir el Ph.D. CSB, terminen siendo de similar calibre a los que, por estos tiempos, no para de recibir JSV (bi-MJA). En todos los casos, vienen de la misma maquinaria seudo-periodística que compite, sin éxito, por recuperar ciertos “sitiales” perdidos hace ya varios años en la interna mediática porteña.

Pero más allá de esta mera puja superficial, lo cierto es que el trasfondo ideológico que mueve y motiva a estos permanentes detractores intersecta de manera directa el corazón del Tetracampeón, en tanto club que histórica, masiva y casi intuitivamente viene haciéndose cargo de lo que "es". Muy pocas instituciones han hecho de su postura ideológica una bandera. Y ciertamente ninguna otra como la nuestra lo hizo con igual suceso; esto es algo que, de más está decirlo, nos ha generado enemigos: toda una escuela de adversarios ideológicos que parecen reproducirse como cucarachas en el basural.

Casualmente, por estos días, estamos viviendo un cierto reflujo en las tendencias del "quién es quién" en materia del periodismo denominado "grande", y básicamente de la mano de una promocionada "liberación de los goles". Una especie de supuesta "izquierdización" de la sartén, cuyo mango le fuese arrebatado "a los cachetazos" a la empresa de los sempiternos negociados (negociados que, obviamente, se estatizaron).

El núcleo duro de toda esta "tendencia de cambio", no es otro que aquella del "fútbol que le gusta a la gente"; ni más ni menos que la no tan vieja ideología del cafetín porteño, de ese onanístico tik*-tik* que sirve para explicarlo todo y que ha hecho eje de sus demonizaciones primero al Estudiantes del 67/70, más luego a Ph.D. y, últimamente, al Mejor Jugador de América.

Estos delincuentes del chamuyo han utilizado la figura del Angelit*, quien terminó en un alambicado discurso. Si bien "se les parece mucho" (tanto como para ponerlo al frente de sus "luchas") no dejó de desdibujarse un poco a la hora de masacrar personalmente a los que estamos del otro lado. Esencialmente, el Angelit* no se le animó nunca al MJA (y a través de él, al actual Estudiantes), a quien siempre reconoció como el enorme jugador y ejemplo institucional que es.

Como único referente que les quedaba, y siendo que "de todos modos" mantuvo el mentirotesco discurso anti-PhD, los chamuyeros del tik*-tik* tuvieron que perdonarle este desliz manteniéndolo como referente N° 1. Otra no les quedó.

Para enfrentar toda esta cuestión ideológica "de fondo", que habitualmente lo tiene en el centro de las críticas más desmesuradas, el Ph.D. mantiene a rajatabla su voz en los medios. Probablemente lo haga de manera intuitiva, privilegiando la defensa frente al ataque puntual contra su forma de pensar y vivir el juego. Probablemente la importante exposición mediática del MJA también obedezca a similares motivaciones, si se quiere "tácticas" o puntuales, frente a quienes le profesan un odio tan irracional como profundo... todo ese resentimiento que le profesan, sin excepción, los enamorados de los teoremas del inviable mentirottero. Bidón o tik*-tik*... that's the question.

Y en el medio sigue habiendo un mundo de "escribas equidistantes", despojados de sentimientos en su eterno oficio de sacar ventajas de unos y de otros; indefectiblemente para su exclusivo provecho. Cagatintas que hoy, mayoritariamente, ponderan las dotes deportivas de El Mejor, así como las innegables (únicas, indiscutibles) cualidades institucionales que demostrara con su soñado regreso al club que lo vio nacer; pero que siempre están agazapados para cuando ese discurso que circunstancialmente les sirve (por mera casualidad para ellos, el discurso verdadero), deje de darles dividendos.

En definitiva, y a manera de cierre de esta primera parte, tenemos para nosotros que el juego, desde un punto de vista ideológico, se encuentra definitivamente partido en dos... y todos aquellos que tenemos el privilegio de participar, sabemos perfectamente de qué lado de la línea estamos.

sábado, 13 de febrero de 2010

El Cordobazo

“En Osvaldo, sólo pensé en Osvaldo…”
(Carlos S. Bilardo, febrero de 1983)

Por Piiichuko
(de su archivadazo)


Como jugador había ganado todo. Por eso era justo que, como técnico y después de venir a dar una mano para escaparle al descenso del '71 y de pelear Metro y Nacional hasta lo último en el '75, fuera él quien cortara esa racha de 15 años sin ganar torneos locales. Apenas habían pasado tres días desde la segunda parte del bochornoso partido contra viles, Gronroña y el Tribunal de Indisciplina. El último escalón era Talleres en la noche cordobesa con un punto de ventaja sobre indesingente, el favorito del establishment local.

Al mediodía de aquel lunes 14/2, en el hotel Astoria, Bilardo ya quería jugar el partido. Sí, de mandarse a la cancha y manejar los hilos desde adentro como lo hacía en los dorados '60. A las seis de la tarde, ya había dado la charla y ni siquiera una sorpresa del técnico cordobés (cambiando un par de nombres media hora antes del partido), alteró lo que parecía escrito de antemano.

Sabiéndose superior, el Pincha buscó el gol sin desesperarse. En el comienzo de la primera etapa lo tuvo Sabella; más tarde, un tiro libre de Ponce en el travesaño; y luego, una falla de Paolo Trama en la definición revelaban una diferencia que no se traducía en el marcador. Tuvo que llegar el segundo tiempo para que estallara la atestada tribuna visitante. Un penal a Pachorra que el Tata Brown cambió por gol a los 8' comenzaría a definir la historia del partido y del torneo que alcanzaría forma definitiva a 20' del final tras la definición de Gottardi.

A partir de ahí, fue un mero trámite. Lo importante pasaba en la tribuna de Estudiantes: el griterío era infernal, los abrazos y las lágrimas se multiplicaban por miles. Y no sólo por el triunfo en sí, también por los que se quedaron en La Plata y sobre todo por los que físicamente ya no estaban, pero que hacían un guiño desde algún lugar para sumarse a los festejos. Y así fueron pasando los minutos hasta que llegó la explosión total. La vuelta olímpica y los jugadores entremezclados con los hinchas convirtieron el festejo en una verdadera locura.

Y la avenida Colón fue por esa noche calle 7, con los fanáticos ocupantes de esos ochenta micros que habían llegado desde La Plata para demostrar que se puede ganar contra todo y contra todos. Y acá, en la ciudad, las cosas fueron como siempre serán, con el rojo y blanco invadiendo el centro para festejar campeonatos y proezas, pero también para manifestar la hidalguía y el orgullo del que pelea con armas nobles.

miércoles, 10 de febrero de 2010

El partido más largo del mundo

Por Pichuko
(bijilante del archivo)


Hay partidos que se hacen interminables. Por el sufrimiento detrás de un resultado que no se concreta en los 90. Pero hay otros donde la extensión del juego lleva días enteros. Es el caso del Estudiantes vs. viles que empezó el 29 de enero de 1983 y finalizó casi dos semanas más tarde, el 11 de febrero, cuando el Pincha peleaba palmo a palmo el campeonato con indesingente. Para comentarlo, vamos a dividir los hechos en tres partes:

► Celebración interrumpida. Un recibimiento majestuoso con una nube de papeles blancos, miles de banderas que se agitaban, petardos y bengalas rojas presagiaban una fiesta más en La Plata para el inicio del encuentro. Pero esa primera etapa, encontró a un equipo que no podía (Estudiantes) porque nunca se serenó para ir a buscar el partido y uno que no quería (viles) apelando a demorar el juego y cometiendo bruscas infracciones de forma sistemática.

► La eternidad (o el entretiempo). Durante los 15' de descanso algo inusual ocurrió en el vestuario visitante: cuatro petardos fueron arrojados por un ventanuco y explotaron adentro. Un acto de barbarie digno de condena. Pero... ¿qué hizo viles? Intentó aplicar bidón. El técnico del visitante, Tot* Lorenz*, bidonista a la italiana profundamente enemistado con el Ph.D, trató de sacar ventaja de la situación y perjudicar a Estudiantes. Aseguró que dos de sus jugadores (Alons* y Mastromaur*) habían recibido lesiones que les impedían salir a jugar la segunda etapa, pero sólo fueron revisados por el médico del club visitante, impidiendo la actuación de uno neutral y de la policía, que fueron ofrecidos al efecto. Después de algunas discusiones, el encuentro quedó definitivamente suspendido cuando el capitán de viles (Larraqu*) -presionado por Lorenz*-, retiró a su equipo de forma unilateral. El árbitro (Claudi* Busc*), única autoridad calificada para detener el match, levantó un acta para notificar lo sucedido. A partir de ese momento Estudiantes vs. viles comenzó a jugarse en los escritorios, ahí donde nunca ganamos. Y esta no sería la excepción. Pasaron los días y los descargos de ambos clubes. A pesar de que el artículo 106 del reglamento de Transgresiones y Penas era explícito al asegurar: "(...) la pérdida del partido cuando el árbitro lo suspenda por alguno de los siguientes motivos (…) cuando un equipo no salga a disputar la segunda etapa (...)" el Tribunal de Disciplina determinó que se debía continuar. La incentivación prometida desde Avellaneda todavía estaba con vida...

► La apoteosis. Y se ganó en la cancha nomás. Aunque con un clima tenso y denso en las tribunas, la fiesta le había dado paso a la bronca y la desconfianza. Y Estudiantes salió con furia a enfrentar a un equipo abroquelado en el fondo y listo para resistir los últimos 45 minutos divididos en dos tiempos. Cuando llegaba el final del partido y la inmoralidad tomaba forma, se hizo justicia como más le gusta al Pincha: jugada de laboratorio. Córner desde la derecha de Ponce, al primer palo, el salto del enorme Tata -que superó hasta al Flaco Landucci- desviando el balón hacia el arco de Pumpid*. Y fue fiesta como al principio. Y delirio, porque en solo tres días se definía todo en Córdoba con sólo un punto de ventaja sobre indesingente. Pero esa será otra (hermosa) historia...

sábado, 2 de enero de 2010

Aquellos días en Necochea

Este lunes el Pincha volverá al trabajo de cara a un año tan movido como el ke se fue y con nuevos desafíos por delante: torneos locales, Libertadores, Recopa. Naturalmente, será clave este primer período de preparación física: en el intenso 2009, Estudiantes jugó 56 partidos y fue el equipo ke empezó primero y terminó último (las ganas ke tenés, 7ris7e... te suena lindo, pero sabés de ké hablamos... o no?) Tras ganar la tetrala7a, la pretemporada invernal fue muy breve y eso impulsó una necesaria rotación para llegar en buenas condiciones al Mundial de Clubes de Abu Dhabi.

Para ilustrar el post, el bijilante del archivo Pichuko nos ofrece una nota de El Gráfico (enero '68) de cuando el Zorro Zubeldía se llevó al plantel a Necochea para ponerlo a punto antes de la Copa. Ahí, el profe Kistenmacher les dio pa' ke tengan. Diálogo en los médanos:

- ¡No puedo más! (
Bilardo).
- Lo que pasa es que usted lleva una mala vida (
Zubeldía).
- ¿Qué mala vida? ¡Si me acuesto temprano y no voy a ningún lado! (
Bilardo)
- Justamente, por llevar una mala vida... (
Verón).

pd: click en los recortes para ampliar.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Juan Salvador Pelota

(una fábula de
Larecódetumá)

Amanecía, y el doble turno marcaba con culpa las conciencias de los vagos del café de la derrota.

Alborotados se obnubilaban con el boqueo de "la nuestra"... con la gambeta larga, de parola, con las obligaciones del ser.
Pero Juan Salvador Pelota estaba en otra. Sabiendo de ida y de vuelta cómo son las cosas, entendiendo que el chamuyito aporteñado era un camino a ningún lado, él machacaba una y otra vez dándole forma entendible a las verdades. Va, va y va... decía Juan Salvador Pelota.
Esas verdades que hacen doler músculos y cansar mentes; pero que a la larga garpan. Y no garpani.

Y allá, en la esquina del humo pernicioso, los apóstoles de la nada seguirán negando lo innegable; por método nomás. De puro odio. Es que en el lugar donde infectan esos esmerados tiradores de chicanas, Juan Salvador Pelota no ve más que abultamiento; su espíritu no lo deja detenerse ni un momento ante las dudas. Dudas que son regla, para los ególatras del fracaso.
Juan Salvador Pelota está ya muy lejos, compartiendo esas verdades con el pizarrón verbal que todos pueden ver; todos los que quieren; pizarrón garabateado con los trazos firmes de esas verdades que, una vez vistas, ya no admiten retornos.
A la frontalidad de Juan Salvador Pelota, le resbala inadvertidamente el complicado discurseo de aquellos onanistas del muyo. De esos goleadores de caños, rabonas y fracasos.

A la infinitud del mar donde Juan Salvador Pelota hace volar sus inclaudicables razones, no se acerca la recalcitrante contradicción de los elitistas de florero. Juan Salvador Pelota ya no oye a los amargados tangueros de "la que le gusta a la gente" (como ellos); de aquellos enamorados de la estética, pero que en sus vidas sólo persiguen el olor de esa taraska, imprescindible para sostener el sueldo de los recurrentes "virtuosos" que sólo supieron del color de cinco camisetas; de esos payasezcos que, en un giro malicioso de la bífida, idolatran en abstracto el de la sexta grande del coronel... esa que no supo ser. Juan Salvador Pelota, luego de la iluminación, se expuso a los afilados picos de la bandada, creyendo que las verdades le servirían de suficiente escudo. Pero no.
Hace veinte años, decía Juan Salvador Pelota... ni uno, ni cinco, ni diez; aseguraba. Y siempre lo mismo; aunque sin querer, seguía ensayando cabriolas avanzadas en la vc-r que no miente.

Es que sólo les cabe, a los payasos paniaguados de siempre, a los idólatras de "la nuestra", tenerles pena por lo que son; y más aún por lo que nunca serán.
Para mí eh, para mí, decía Juan Salvador Pelota. Sabiendo que era para todos; porque Juan Salvador Pelota no calla. Ni otorga. Ni peace and love. Ni acá, ni algún día en ese mundo brillante y dorado, donde un zorro con la simplicidad contundente de lo cierto, demuestra (por si hiciera falta) el obvio silogismo del "dos más dos son cuatro" (teoría inabarcable, insostenible, intolerable para los salames del tiki-tiki); en todos lados las cosas son iguales... Va, va y va, decía Juan Salvador Pelota, convencido de que por más idiota que el otro fuera, son dos, es más dos, y termina siendo cuatro... cua-tro.

Juan Salvador Pelota lleva consigo eso que es. Y no hace falta ser una lumbrera para darse cuenta de lo obvio... salvo, claro está, que todo aquello que creemos inconcebiblemente mentirottero, finalmente sea a propósito.