Razones del corazón

“Pelegrina es un ejemplo deportivo,
de consecuencia y lealtad
a la prestigiosa institución”
(El Argentino, diciembre 1954)

(Por Pichuko) El resultado más penoso de la intervención sufrida por Estudiantes en 1952 -decretada por el gobierno per*nista- fue el primer descenso del club en su historia. Dos años más tarde jugaba en la Primera B, tras verse obligado a vender -a precios irrisorios- a casi todo su plantel. En Basuracán recalaron los más importantes: Gabriel Ogando, Giosa, Ricardo Infante y Manuel Pelegrina. El desguace continuó con la partida de otros jugadores hacia Indesingente, Bancien y Ferr*. Solo quedarían en el primer equipo Héctor Antonio y Walter Garcerón.

Para afrontar el torneo del ascenso, el Pincha tenía gran interés en contar con el Payo. A principios del '54, los de Parqu* Patric*os se mostraron dispuestos a entregar al wing izquierdo a cambio de $ 180.000 de la época. Sin embargo, había una trampa en la pretendida venta: el glob* mantenía un conflicto con parte del plantel, entre ellos con Pelegrina, quien podía llegar a quedar libre. La intención del jugador era clara y se la hizo saber a los dirigentes platenses: volver a dar una mano en un momento tan difícil.

Así, y ante la incertidumbre por el pase, Estudiantes puso los ojos sobre otros candidatos a ocupar el lugar izquierdo de la ofensiva. Algunos fueron Pell* (Sarmient*), Acost* (Uni*n) y Bus*co (b*sta). A fines de marzo la llegada de Pelegrina parecía diluirse... Después de exigir el pase del Vasco Urriolabeitía para ceder al delantero (condición calificada como inaceptable por Estudiantes), Basuracán anunció que Pelegrina había arreglado el conflicto que mantenían. La 7ris7e y sucia jugada se develaría pocos días más tarde. El 3 de abril, el Pincha iniciaba su camino de vuelta a primera como visitante y con una victoria 2-0 vs. Argentin* de Quilm*s. Pero otra noticia, quizá tan importante como esa victoria, acompañaba la página deportiva de los diari*s locales: el Payo había pasado ese día por la AFAno y después de ser declarado libre del glob* firmó el registro que vincularía desde ese momento con Estudiantes de la Plata. Al día siguiente, refrendaría su contrato con una remuneración mensual de $ 3.500.

La vuelta al campo de juego sería inmediata, en el encuentro de ese mismo fin de semana frente a Los And*s, en 1 y 55. La pr*nsa escrit* pintaba el siguiente panorama previo: “Las tribunas estudiantiles brindaron el espectáculo reconfortante de una entusiasta presencia, robustecida frente a las circunstancias adversas y dispuestas a prodigar su contribución en apoyo de la campaña de recuperación”. Y en referencia al delantero aseguraba: “Nunca más propicio el regreso para aportar una experiencia y un aplomo necesarios en estos momentos. Se justificó plenamente, y encontró adeptos en los cuatro costados del campo, la ovación cariñosa hacia el jugador que protagonizó muchas jornadas de gloria”. El Payo colaboraría con dos goles en el categórico 4 a 0 de esa tarde. En total, serían 19 las conquistas en el inmediato regreso al sitial que el club fue obligado a dejar en 1953.

Este hombre, reconocido por su récord de goles, por la cantidad de veces que vistió la camiseta albirroja y por ser el máximo anotador en (ex) clásicos, seguramente sostuvo esa performance -más allá de sus grandes condiciones técnicas-, en su amor por Estudiantes de la Plata. Vaya nuestro homenaje y admiración.

pd: hoy se cumplen 18 años de la muerte del Payo Pelegrina (San Vicente, Córdoba, 29 de noviembre de 1919 - La Plata, 23 de noviembre de 1992.