Modelo Europeo (VI)

"Reflexiones de Mundial"

Por Larecódetumá
(gastronómiko de moda)

Crónicas de acontecimiento que cada cuatro años insiste en volver, esta vez y luego de cinco pasadas por el primer mundo, al margen mismo de la humanidad. En un país unificado por la voluntad de un excepcional, de un distinto, pero donde subyace el desgarro absoluto de lo irreconciliable. En un continente vorazmente tomado, sanguinariamente abandonado y definitivamente desencontrado. En guerra permanente contra su pasado, contra su presente y contra su futuro... y lo peor, contra sí mismo. Volvió el mundial, esta vez rozando los confines olvidados de la humanidad.

El fútbol deporte, pretendida herramienta de unión, permite divisar la intolerancia y las diferencias; la demarcación racial entre unos, que quieren ser felices de algún modo, al ritmo de las vuvuzelas y el ninguneo de los otros, que pugnan por sostenerse en el “in goal” de sus riquezas.

Y hacia allí partieron las diferentes delegaciones argentinas; el equipo representativo, “las premiadas hordas oficiales”, señoras y señores… Partieron a levantar un fuertemente devaluado “sueño mundialista”, frase de cliché que sirve también para representar el aspecto onírico de la cuestión; el de la “dormida”… el del “acueste”. Porque a toda costa se busca que la gilada se aletargue para que algunos contemplen en su anillo, la inveterada frase del “todopasismo”; esa que solita y sola acomoda a su favor, los melones del poder doméstico.

Un merecido descanso para metabolizar los “no millones” de una publicidad oficial que debe, sí o sí, ser reencauzada para que en la runfla impresentable se vuelvan a armar “equipos competitivos” que acaben poniendo las cosas “en su lugar”; porque como en todo sistema, en el afismo gronroñano también existen ciclos lúbricos donde, cada tanto, los poderosos parecen destronarse en calamitosas reestructuraciones, mientras los parias de siempre aprovechan para robarse migajas de una historia que no les pertenece… permitiéndoseles creerse dueños de algo que les es, por definición, completamente ajeno… un carrusel tan porteño como perverso, que echó a andar allá por los años 30 y que, como todos sabemos, tan sólo pudo ser enfrentado por un espíritu místico que en lucha completamente desigual, nunca dudó en dejar los jirones para hacerse valer… sin jamás medir consecuencias… sin jamás pedir nada a cambio “de regalo”; fue allá por los 60, pateando un tablero inconmovible mediante (nada más ni nada menos que) la reinvención táctica del juego; y acá, ahora, demarcando la cancha para un nuevo modelo a seguir por aquellos a quienes nadie regala nada.

Los LCD, pagaderos a la larga, devolverán las imágenes de una selección fantasmagórica, que debiera levantar en los ratings para dar paso a la vaporosa ensoñación que permita olvidar el fracaso de las dos grandes franquicias del fútbol doméstico. Un equipo ensamblado de retazos, con los opuestos emplazados maliciosamente en pugna; el mayor genio táctico internacional de los últimos 40 años procurando contrarrestar (sin éxito) las infantiles imposturas del fuertemente medicado ícono futbolístico de la humanidad.

El jugador símbolo del amor institucional austeramente criollo compartiendo habitación con la figurita más rutilante del bufandismo internacional...

Un desparramo de jugadores clave en la actualidad futbolística internacional, mechados con personajes de cabotaje que pegaron onda con el dt. En definitiva, un equipo -Frankenstein indescifrable- cuya suerte, a quienes estamos de este lado del mostrador, en el fondo mucho no nos interesa. Con la salvedad de que, para El Mejor, este lance es importante en orden a un posicionamiento cuyos alcances, los profanos, no nos atreveríamos a dimensionar. Sólo nos queda alentar por Él, que en esta movida se transforma en un nosotros, y confiando una vez más en el sentido táctico y estratégico de su (para algunos "arriesgada") decisión.