Jugamos con vos

Por Jo7apé
(gastronómico catártico)

Yo sé que a vos no te importa. O decís que no te importa. Tenés esa maravillosa cualidad que distingue a los Grandes: la humildad. Decís que no vas por la revancha y seguramente es cierto. Vas porque sos un ganador, vas porque te enamora la Selección -aunque más te enamora Estudiantes... ¿no?-, vas porque te faltan algunas estrellas, vas porque sos feliz yendo.

No vas por la revancha, no vas por odio, no vas por rencor, no vas para callar giles ni chamuyeros. Sé, porque te conozco, que te importan un carajo los ocho años de silbidos y malos tratos en Argentina. Sos capaz de perdonar que te hayan adjetivado injustamente con uno de los peores adjetivos que tiene la argentinidad. Vos sos grande y te nace esa simpleza, esa humildad, esa comprensión.

Pero -perdón por mi confesión- yo no soy grande. Soy torpe. Soy rencoroso. Soy vengativo. Perdón, Seba, pero frente a cada cosa bien que hagas a partir de mañana no podré evitar que mi memoria recupere la imagen de miles y miles de pelotudos: sonreiré pensando en el dolor de estómago que los acechará en cada pelota buena que juegues.

Seba, perdóname, sé que no te gusta esto. ¿Sabés que pasa, Bruja? Durante estos últimos ocho años lloré por los malos tratos injustos que ligabas, discutí contra muchos idiotas por defenderte, me agarré a trompadas, Seba, por hacer respetar tu nombre. Y aunque no es el momento te lo tengo que decir: me volvería a cagar a trompadas por esa causa.

Fueron ocho años de quemar mi garganta para tapar a las hinchadas argentinas que te insultaban del modo más bajo. Fueron ocho años de putear periodistas, jugadores rivales, comentaristas, modelos y vendedores de flores. Fueron ocho años repitiendo la misma frase: “si creés que la Bruja se vendió, es porque no entendés nada”. Ocho años se salvó mi televisor de que lo rompa de un piedrazo para callar a algún pescado mediático.

Seba, perdón, en serio, perdón, pero a partir de mañana, loco, junto a vos salen a la cancha mis ocho años de bancarte…a muerte.

Tengo odio, tengo rencor, tengo ansias de revancha…pero ellos tienen miedo, Bruja. Tienen mucho miedo: saben, aunque se hagan los boludos, que tus huevos no se pueden medir. Saben, igual que yo, que no conviene desafiarte: te desafiaron porque creyeron que no ibas a llegar. Pero llegaste. Y ahora tienen miedo. Se arrepienten de lo que dijeron (desde hace un tiempo que “nadie dijo algo malo contra vos”). Pero es tarde: yo no me olvidé. No necesito archivos ni anotaciones; recuerdo la cara de todos.

Sé que un an7iFierr* no debería hablar ahora, mejor tendría que esperar al final de la historia: pero tienen miedo, y yo mucha bronca acumulada.

Seba, genio, no significan estas líneas que te obligo a que mañana empieces a darme alegrías, no. No te pido que ganes. No te pido que hagas maravillas con la pelota. No te pido que salgas campeón. Te pido, por favor, que juegues como Juan Sebastián Verón; como la Brujita a la que banqué estos últimos ocho años. Ellos se rendirán no por verte ganar, sino por verte dejar la vida en cada pelota.

Vamos Bruja: por tu revancha, por la mía, por la nuestra.
Vamos Bruja: por la Familia Pincharrata, esa que siempre te bancó y seguirá haciéndolo… pase lo que pase.

pd: vos también la tenés adentro, Sor*n.
pd2: si llegás a salir campeón... más de uno va a querer mudarse de galaxia, lo juro.