Modelo europeo (II)

Por Larecódetumá
(modelo de moda)

"Los de ajuira"

El cincograndismo de preguerra

Ellos largaron con lo que, de movida, consideraban como un “show propio” con varios convidados de piedr* que, cuales inofensivos “partenaires”, les permitieran continuar con el circo por ellos manejado. Era necesaria una estratagema societaria para legitimar esa tan anacrónica como seudoaristocrática diferenciación entre “dueños” e “invitados”. Con el requisito del número de socios y cantidad de la7as, la cosa dio como resultado 5 patricios y un sinnúmero de plebeyos… todos los que gusten.
Cuando las decenas de convidados incrementaron peligrosamente el número de sus socios, el latrocinio desenfadado de las la7as mantuvo las cosas el tiempo suficiente como para que ese oscurantista statu quo se transformase en culturalmente aceptado, pétre* e inamovible. No había posibilidad de que alguno que no sea “ellos” (los de aquél entonces) saliera kampión; era una condición exigida por el sistema de dominación reinante.

El kioskito de las la7as

En el '67 pasó lo que pasó. El desenfado de aquellos jugadorazos, liderados por dos mentes tan obsesivas como límpidamente desprejuiciadas, se llevaron puesto lo que, de movida, aparecía como algo irrealizable; lo hicieron "porque sí", arrollando a todos los que se pusieran en línea; porque eran mejores y porque el objetivo era ser el número uno.
Sucedió, por primera vez, lo que jamás podía pasar. Recordemos que por esa rendija, abierta hace 42 años, aún se siguen colando (generalmente sin reconocer los pertinentes derechos de autor) otros que fueran convidados.

Alfilerismo

Ellos supieron asimilar aquél primer golpe que, de haber tenido más acompañamiento y menos resistencia de los demás beneficiarios, hubiese producido la necesaria revolución bidonista del fútbol argentino. Lo asimilaron contra-atacando; cooptando a los imbéciles, difamando a los vencedores, pagando con favores (y algo más) a una prensa que vivía de las dádivas… lejos de querer pertenecer o siquiera apoyar a algo nuevo, mejor y más justo para todos.
Aquellos “ellos” de los ’30 conservaban, modernizados, idénticos códigos que los nuevos “ellos” de los ’60; calcando el violento modelo del “mundo” bipolar y excluyente de aquel entonces, donde la guerra mundial era la norma, su estrategia fue la del ataque directo. Efectivo por aquel entonces, cuando el alineamiento con los poderosos (tomando de ser posible y pidiendo disculpas, alguna migaja del bombazo del '67) era requisito para subsistir; porque “ellos” eran (y siguen siendo) los propietarios de los grifos que, más o menos bien manejados, impedían las eventuales catástrofes deportivas; tampoco los propios supieron, quisieron o pudieron trabajar la coyuntura… pero eso será objeto de análisis en el tercer capítulo de esta saga.

La asimilación

Ellos, en los ochenta y ante un nuevo resurgimiento de aquel inconciente e indomable espíritu, saludablemente larvado en el “club distinto” desde los '60, no hicieron más que direccionar ese salvaje flujo de grandeza bidonista para su lado; el cerebro del enorme bicampeón 82/83 le dio así al “país fútbol” su más importante logro internacional, con el daño colateral (no deseado), de acabar remachando el “estado de cosas” de siempre, esta vez con una nueva “configuración” del clásico esquema de vasallaje, ese que en los '30 comenzara con la burda chicana cincograndista.

Cafetín de Buenos Aires

Tanta recurrencia en el mismo punto, sobre temas de indiscutible grandeza, hizo que aquellos que no son (ni podrían jamás ser), tuvieran su oportunidad gracias a la teoría del aprovechamiento de los boludos útiles; así desde los '60, fueron ganando los medios todos esos garpanistas, menoteros y otros imbéciles, quienes -en general- adscriben a la falacia de “la nuestra”, variante futbolera del peor de los onanismos patrioteros. Haciéndose la vanguardia seudo-iluminada, esta ínfima fracción de chamuyeros, de “principistas de café”, verseros derrotados por la vida son el permanente coro de críticos contra las verdades irrefutables del bidón.

Boquean una masturbación verbal creadora de climas molestos, densos... funcionales desde hace 40 años a las necesidades de “ellos”. Intitulados como “adversarios ideológicos” del bidón, sólo enarbolan (únicamente cuando a los dueños del circo les conviene) las frases huecas de siempre... a cambio de las monedas que sus patrones, directa o indirectamente, les quieran tirar.

Ninguneándolos

Si clar@... todos sabemos que “esos” no tienen entidad de “ellos”; porque también todos sabemos que tan sólo son una caricatura ínfima, un “objeto” digno de estudio en clave cómica. “Esos” no cuentan para el análisis porque, tal como todos sabemos, ni siquiera llegan a ser los bufones de la corte; porque jamás darán la medida como para mover el amperímetro; los descendientes del muñón son así, un insignificante pasatiempo local; una mera consecuencia de que lo grande acabara sucediendo desde la calle 53.

¿Una vez más?

Hoy aseguramos, tal como fuera nuestra tesis inicial, que las campanas de la historia redoblan nuevamente entre nosotros; y es porque algo grande se está gestando en el mismo lugar de siempre. Sabemos que un lúcido y profundo estudio de las mentes y de los intereses involucrados podría darnos una idea de cuál será la estrategia que “ellos” nos opondrán esta vez… la cual si bien es muy importante de conocerla, más importante aún es saber si “nosotros” efectivamente estaremos espabilados y en la misma línea como para resistirla.
Lo importante es, en definitiva, estar en claro con el objetivo grande; luego, la raya que nos separa de ellos, se trazará solita.

(*) Click acá para leer Modelo Europeo I: la refundación.