Pé, Pé, Pérez

De triunfo tranquilo a triunfo sufrido, verdá? Porque después del 2-0 y de un pt en buen nivel, ni el más pesimista imaginó semejante siesta de... 10 minutos, ponele. En ese lapso de distracciones por un lado y concentración con cambio de esquema por el otro, el partido se puso 2-2 y tomó rumbo incierto. Como para que Andújar suba al podio de las figuras. Decí que Estudiantes se despertó rápidamente y emparejó, recuperó la pelota y la administró con el mismo buen criterio de la primera parte. Pero le duró poco y nada, sólo para desnivelar y luego sí, a aguantar.

Para llevarse los tres puntos hoy contó con la mejor versión de Enzo Pérez desde que llegó al club: bien ubicado, encarador, preciso y con buena cuota de sacrificio. E'cir, su hatrick fue consecuencia de un gran partido del 8, no fue casualidad ni oportunismo. En el primero, enganche, rápido giro y definición exquisita con la de palo; el segundo, gran asistencia de Salgueiro y cachetada abajo entrando como nueve; y el tercero -en apariencia facilísimo- es de aquellos goles que podés morfarte y no te explicás como. El efecto que toma la pelota luego de estrellarse en el palo -sablazo de El Mejor- podría haberle jugado una mala pasada y nos moríamos todos del odio.

Para cerrar, hacía rato que no veía a Estudiantes tan refugiado en un final. Claudio Vivas -justos aplausos- acertó dandolé más soltura a Peñalb*, que tirado a la izquierda y con muy buen manejo complicó de lo lindo. A tal punto fue el repliegue que el Pincha terminó con seis en defensa -dos laterales y cuatro en línea dentro del área- otro zaguero adelante (FF), Verón y Braña corriendo a todos y Sánchez Prette arriba, solo como loco malo.

Fue triunfo ajustado, como tantísimos que hemos conocido. Tres puntos para acomodarnos aún mejor en el Clausura y llegar bien enteros al jueves. Ah, el jueves... que llegue ya por favor.

¡Salú!