AN7IFIERR* - Bidonismo Explícito

Cómo y por qué fue contactado es un misterio. Pocas cosas tan curiosas para el fútbol de aquella época que un escocés dirigiendo a un equipo argentino. Quizá la presencia de tantos árbitros ingleses contratados por el régimen per*nista haya sido la vía para llegar hasta Neil McBain (1895-1974) y que éste aceptara asumir como DT de Estudiantes en agosto de 1949.
El tipo había tenido una extensa trayectoria (*) como futbolista y llevaba ya -insólito- 18 años como entrenador en las islas británicas.

Estudiantes, durante los '40, había exhibido muy buenos equipos, bien ofensivos. Pero quedaba en deuda atrás; es decir, convertía muchos goles y también recibía unos cuantos. Ahí debía apuntar su tarea el escocés. Además, en esa temporada el equipo llegó a estar nueve fechas sin ganar, lo que aceleró su llegada y el despido de Alberto Zozaya.
Algún memorioso recuerda que uno de los principales escollos fue el idioma: toda indicación debía traducirse durante los entrenamientos. Tedioso, no? Así y todo, el gringo supo ganarse el afecto y la comprensión del plantel.
Como primera medida, modificó el clásico esquema táctico 2-3-5 y lo llevó antes que ningún otro al 4-2-4, que sería adoptado por el resto recién a principios de los '60. ¿Proto-bidonismo? Sin dudas. Su idea fue retrasar a los halfs derecho e izquierdo junto a los backs, armando una línea de 4 liderada por Juan Carlos Violini (tapa de El Gráfico) y que uno de los delanteros -el de mayor técnica defensiva- bajara a colaborar con el centre-half (centrojás, el 5) en la recuperación.

1950

La mano vino muy bien en la primera rueda del campeonato 1950: el Pincha terminó tercero, con 21 puntos, a sólo 2 de Racing. El Cochero Antonio era la atracción: había marcado 6 goles en 10 partidos. Se acopló bárbaro al Beto Infante y al Payo Pelegrina (tapa de El Gráfico), goleadores tremendos e ídolos máximos.
Y en la segunda la cosa arrancó muy bien: llegó a ubicarse como escolta, a un punto. La gente se frotaba las manos. Pero en la mitad empezó la debacle: empezó a perder y a perder (inclusive con goleadas impensadas, 2-8 con Atlanta ¡y en 1 y 57!), y terminó lejos, a 11 puntos del decretado campeón de Avellaneda y con un dato que no hablaba bien del sistema del escocés: recibió más goles (61) de los que convirtió (57).

1951

Igualmente, en 1951 a McBain se le renovó el crédito. Pero todo siguió más o menos igual, con una delantera intratable (Pelegrina llegó a embocar de a 4 en dos partidos), y recibiendo muchos goles en contra (había arribado el arquero Santos Gioffré para reemplazar a Gabriel Ogando). Estudiantes terminó la temporada por debajo de mitad de tabla, a 15 puntos del ya tricampeón Racing. Como dato halagador para McBain es que se mantuvo invicto en el clásico frente a gilaCia: balance positivo de 3 empates y un triunfo. Y pudo comprobar cómo se disfrutó en la ciudad -¡cuack!- un nuevo descenso del 7ris7erío.

Así fue el paso del escocés por el Pincha de mitad de siglo XX. Una experiencia enriquecedora más allá de los flojos resultados. Al menos, dejó sentado que en Estudiantes se podía trabajar y explorar cambios. Quizá por ese entonces el joven Osvaldo Zubeldía haya tomado debida nota de eso...

(*) Trayectoria de Neil McBain como jugador: Ayr United (1914/1921); Manchester United (1921/1923), Everton (1923-1926); San Johnstone (1926-1928); Liverpool (1928, apenas 12 partidos); Watford (1928/1931). También jugó varios partidos para la selección escocesa, en donde debutó en 1922 en una victoria 1-0 contra Inglaterra. Como entrenador: Watford (1931/1936 y 1956/1959); Ayr United (1937, 1955/1956 y 1962/1963); Luton Town (1938/1939); New Brighton (1946/1947) y Leyton Orient (1948/1949). Aquí, la curiosidad: el New Brighton -un club en crisis- se quedó sin arqueros para un partido. McBain ni lerdo ni perezoso se calzó los guantes y atajó contra el Hartlepool United. Tenía 52 años y 4 meses y marcó un récord aún no superado.