Sal, sal, sal, sal...

Si nos metiéramos en un análisis futbolístico puro, estaríamos traicionando nuestra más pura esencia. ¿Por qué? Muy fácil: porque LOS CLASICOS NO SE JUEGAN, SE GANAN. Y punto.

Porque si no fuéramos bidonistas, estaríamos horroriSados con el simulakro de klemenitky antes del partido. Le alkanSaron una pe7aki7a con jugo rebajado de bidón y se la creyó, je. Si has7a su téNiko y el árbi7ro se le kagaban de risa...
Porque si no, habría ke indagar profundamen7e en la 7ris7e deSiCión de falSoni de darle la responsabilidá de pa7iar un penal a un perdedor kan7ado (¿vieron la kara de pániko ke 7enía Fierrera?).
Porque si no, diríamos ke el borderline de Cej*s atajó korreTamente, pero abrió las gambas cuando no 7enía ke abrirlas (¡cuack!). Y a kobrar.
Porque si no, discutiríamos horas la expulsión del Flaco Alayes, mal amonestado en la primera falta y bien en la segunda. Pero te la comés, tenés que seguir con 10 y aguantar.
Porque si no, nos preguntaríamos incrédulos sobre el planteo ultra defensivo del Cholo, armando una línea de 4 y otra de 5 en los diez minutos finales. ¿No es que siempre metió delanteros a rolete y a matar o morir? Noooo, kerido... la sabe lunga.
Porque si no fuéramos bidonistas, estaríamos de acuerdo en ke gilaCia mereSió al menos llevarCe un pun7-0, tras konBertir en figura a Andújar.

Pero no... nada de es7-0, an7i-fierr*s, nada de nada. Nada de merecimientos, nada de figuras que no figuran, ni de goles que no se hacen.
LOS CLASICOS HAY QUE GANARLOS.
Y Estudiantes lo volvió a ganar. Tercero consecutivo, otra vez con uno menos, otra vez una sola hinchada en las tribunas, otra vez... sí, o7ra veS 7e vas kon el kulo bien ro7-0, 7ris7er0...

Y de yapa te pregun7-0: ¿para kuándo la Filial LeguiSamongui? Me parece que ya 7ienen una camiseta en serio para eSibir en el jól de en7rada... (¡cuaaaaaaaaaaaaaaaaack!)