AN7IFIERR* - Bidonismo Explícito

A partir de un komentario del amigo The Observer en el post anterior, decidimos indagar en algunas kositas ke okurrieron durante la jornada de fundación de La Plata, nuestra ciudad, de la ke Alakra ya no es in7enden7e y ke mañana festeja 125 años de vida. Pero a medida ke avanzamos en la investigación, un dato nos llevó a otro y a otro y a otro, haciendo mucho más atractivo el camino.

El tema puntual es el siguiente: según las crónicas, durante el 19 de noviembre de 1882 estaba previsto servir un gigantesco asado para las personalidades invitadas (unas mil, maso). Y el encargado de comandar semejante operativo gastronómico era nada más ni nada menos que el autor del Martín Fierr*, José Hernández (1834-1886, foto), periodista, varias veces funcionario público y tantísimo más.

El hombre había tomado activa participación en la fundación de la nueva capital, a tal punto ke le propuso a Dardo Rocha bautizarla como "La Plata", en virtú del nombre del virreinato primero, de las provincias unidas después, del río y de la mar en koche. De yapa, inclusive, su abuelo paterno se llamaba José Gregorio Hernández Plata. Y fue La Plata nomás. Hasta akí, todo claro.

Al kalor de las brasas...

Akel día fundacional, en la región hizo un calor asesino (estiman unos 35º). Encima, imaginate: con el ropaje que usaban hombres y mujeres más la inexistencia de refrigeración y lo polvoriento del paisaje, la cosa se puso brava en serio. Y acá viene el contrapunto: para algunos historiadores, la carne no resistió el bochorno, se pudrió y se kedaron todos sin morfar; para otros, el barbado escritor se fue a la bankina, se le hizo incontrolable semejante dispositivo y se le kemaron hasta los hierr*s de las parrillas. En casa de herrer*...

Cualkiera de los dos escenarios da lo mismo: todo mal. Pero... ¿ké nos interesa subrayar para el An7ilobo y/o An7ifierr*? Ke el lugar donde ocurrió este infortunio fue en 4 ENTRE 51 Y 53. Sí, más vale, se imaginan de ké mano... Y el clima, no conforme con haber asfixiado a la concurrencia, decidió emprenderla al rato con un diluvio keparakétecuento. Dicen ke hasta pasó Noé con el arca haciéndoles pito catalán. Conclusión: todos cagados de hambre, empapados y encima el tren salía de vuelta para Buenos Aires a las 16.30 (foto)

Pero, volvemos. La desgracia se había apoderado de esa kuadra ya 7ris7e, aunke... ¡gilaCia todavía no existía! (sí, sí, ta bien, ahora tampoko); por ende, nada sugestivo podríamos inferir...

La kloaka en su lugar

Nos fuimos unos años más adelante para saber por ké la kloaka se ins7aló jus7amente en ESA kuadra. ¿Por ké? Si ese 7ramo de la kalle kua7ro 7enía 70das en kontra por haber sido el epiSentro de la mismísima muf* platense...

Hete akí que en 1905 Joaquín V. González impulsó la nacionalización de la Universidad de La Plata. Había ke construir y mucho. El por entonSes "klú de gilaCia y esgrima" era propie7ario de la eskina de 1 y 47, llamada Plaza de los Juegos Atléticos, a me7ros nomás del Colegio Nacional (foto). Había aYí una kancha de fulbi7-0 ke odiaban los diriJen7es 7ris7eros y garkas de la époka (el Grande Platense ya había nacido justamente por ese motivo). Así, la idea de los universitarios era edificar en el predio varias de las futuras dependencias de la flamante casa de altos estudios (las ke hoy se ven).

Como para ilustrar mejor la resolución del asunto, imaginemos cómo se dirimió en un diálogo aproximado entre Pedro Delheye y D. González Libardo, rector y vice del "Nacio" en aquel entonces:

- PD: Che, es7-0s 7ipos se van de 1 y 47 al final, no?
- GL: Por supues7-0. DiGeron ke juegan un último par7ido y que podremos empezar las obras al día siguiente...
- PD: Menos mal... ¿pero 7enés idea si la provincia les dará algún o7ro lugar komo indemniSaSión?
- GL: Obviamen7e. Ya es7á deSidido eso.
- PD: ¿Y adónde van?
- GL: ¿Te acordás el asado que se pudrió el día de la fundaSión?
- PD: ¡Síiiii! Aká nomás fue, no?
- GL: Seeee, en 4 en7re 51 y 53...
- PD: ¡Cuaaaaaaaaaaaaack!