El 7eatro de la Nada

Corazón de León: Alumno Septimio, pase al frente. ¿Estudió la lección?

Septimio: Leí la introducción de Manual del Perfecto An7ifierr* y la fotocopia de los capítulos XI y XII del libro de Gustavo Vallejo, "Escenarios de la cultura científica argentina".

CdL: Muy bien. ¿Qué aprendió?

S: Me enteré de algunas cosas que no sabía sobre la historia de Estudiantes.

CdL: Ajá. Veamos, entonces, qué pudo atesorar en esa cabeza de maní.

S: Bueno, el club se fundó, como se sabe, en la zapatería Nueva York, el 4 de agosto de 1905. En 1907, el Estado Provincial le otorgó el predio ubicado en avenida 1 entre 55 y 57, ocupado por un velódromo en desuso, junto al edificio de la Escuela de Artes y Oficios que luego se remodelaría para ser la primera tribuna oficial del estadio.

CdL: ¿Cómo fue construyéndose la cancha?

S: Gracias a un subsidio solicitado en 1911 por el senador Juan José Atencio. Por su parte, Juan A. A. Waldorp, director de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas bonaerense, fue el autor del proyecto.

CdL: ¿Cuáles fueron los argumentos esgrimidos por Atencio en aquella gloriosa sesión del senado provincial?

S: Que la gimn*sia y la esgrim*, disciplinas inculcadas por la educación prusiana, eran decadentes. No contribuían, dijo, al "fortalecimiento de la raza" argentina.

CdL: ¿Y qué modelo sugería adoptar el ilustre senador?

S: El de Inglaterra, señor, "el país civilizado que cultiva con mayor interés y con mayor intensidad el desarrollo de las condiciones físicas de los hombres".

CdL: ¿Y por qué medio?

S: A través de la práctica del foot-ball, deporte que Estudiantes, un club identificado con el Colegio Nacional y la Universidad, representaba cabalmente, encarnando el espíritu civilizatorio de la ciudad.

CdL: ¿Y qué puede contarle a sus compañeros sobre el proyecto del Teatro Griego de La Plata?

S: Fue una gran idea pedagógica de Benito Nazar Anchorena, presidente de la Universidad en 1923.

CdL: ¿Dónde se proyectaba construir el Teatro Griego? ¿Puede indicarlo en el mapa?

S: Aquí, exactamente aquí. En lo que se conocía como el Barrio de las Colonias, luego denominado El Mond*ngo, donde habitaban los "salvajes del bosque". Justo enfrente de la cancha de Gimn*sia, situada sobre la avenida 60.

CdL: ¿Y cómo se lo imaginaban? ¿Revisó los planos?

S: El proyecto fue encargado al arquitecto Alberto Belgrano Blanco. ¿Puedo leer, en voz alta, la descripción que ofrece Vallejo?

CdL: ¡Adelante! Presten todos mucha atención.

S: "El diseño… era un ejercicio de reconstrucción arqueológica libre: el gran hemiciclo semiexcavado, abierto oblicuamente sobre el sol de oriente, evocaba a la Venus naciente, pudiendo albergar entre tres mil y cuatro mil espectadores dentro de sus 90 metros de diámetro. Al igual que éste, el espacio para la orquesta "núcleo germinal de la tragedia que irradia luz y armonía al público y los actores’ y el cuadrado de la Timeles, fueron deducidos del teatro de Dionisios en Atenas donde aquel género era representado".

CdL: La Atenas del Plata, ¿abarca con su mente el tamaño de ese sueño? ¿Qué conclusión saca?

S: No sé, señor.

CdL: ¡Que en ese sitio, en vez del proyecto de Mercante, tenemos otro teatro, donde suelen representarse tragedias y comedias!

S: ¿Se refiere al 7emplo, señor? ¿A la parada del 202?

CdL: ¡El Gran 7eatro del Bosque! ¡La Ópera de la Nada! ¡El Bayreuth de La Plata! El Teatro Argentino, a su lado, no puede comparársele! 7emplo y anfiteatro en un mismo espacio, un espectáculo sublime a cielo abierto, en el que se ofrecen sacrificios humanos!