¡Y a la cancha de tu madre!

Atrás kedan el calzado comprado de apuro, el sintético, el viento, Chiclay* y el Aur*ch. Adelante ya keda menos, bastante menos.

Esas sonrisas de la Gata y de Mauro segundos antes de empezar denotaban confianza. La ke fue ganando el Pincha en el primer tiempo, mientras se adaptaba a esa carpeta rasa, insoportablemente dura. Con un eskema táctico similar a la final del MdC y al reciente partido en La Paz. Muy sólido en el fondo, ordenadísimo en el medio y con Sosa más arriba leyendo perfectamente cómo venía la mano.

Estudiantes dejó todo controlado para salir a definir el pleito en el st. Primero, con una extraordinaria maniobra en una baldosa de José para asistir a Gastón Fernández; luego, con el tremebundo golazo del gigantesco Chapu desde 45 metros, tras sacarse dos rival*s de encima. Conmovedor hasta las lágrimas. Después pasaron cosas ke uno ya empieza a olvidar -dos expulsados de ell*s bien calentitos-, y la espera del final viendo a un grandioso ekipo ke hace rato empezó a retomar vuelo alto.

Esto era una final. Y las finales hay ke ganarlas (aunke también -a veces- pueden jugarse, hoy tuvimos un clar* ejemplo).

Gracias, Estudiantes. Gracias una vez más. Y van...
¡Salú!