El Zurdito Guzmán

Lee Harvey: ¡Un crá!
Corazón de León: ¡Un fenómeno! ¡monstruo!
Septimio: Disculpen, caballeros, pero... ¿a quién elogian así?
CdL: Al Zurdito Guzmán, por supuesto. Uno de los más grandes players que hayan pisado field criollo.
LH: Terminó su carrera en Deportivo Flete en el 75. Con Corazón de León lo seguíamos a todos lados, de local y de visitante.
CdL: Uno no podía darse el lujo de no ver a semejante wing. Así que, después de misa, nos subíamos al rastrojero y enfilábamos para la cancha.
S: ¿Ustedes dos iban a misa juntos?
LH: El más devoto era El Memorioso. ¡Se le había dado por tomar clases de catekesis! Nosotros preferíamos peregrinar al altar del Zurdito. De vez en cuando, el cura nos acompañaba.
S: ¿De verdad el Zurdito era tan bueno?
LH: Yo le recuerdo jugadas prodigiosas. No sé usté, Corazón de León.
CdL: Recuerdo con claridad meridiana el golazo frente al muletto de Flandria. El Zurdito durmió la pelota junto al banderín del corner, marcado por dos defensores. Empezó a hacer jueguitos de malabarista, picó en zig-zag, tiró siete caños sucesivos y, al enfrentar al arquero, giró de espaldas, la pateó hacia arriba y de mediachilena sacó un derechazo bombeado que se metió en el ángulo.
S: ¿Con la derecha?
LH: ¿Ké tiene de raro?
S: ¿No dijeron que era zurdo?
CdL: Clar* que lo era, pero no físicamente hablando. En las inferiores de Sportivo Guzmán lo apodaron Zurdito porque era infantocomunista. Había sido presidente de la Federación de Niños Comunistas de San Miguel de Tucumán, que reivindicaba la propiedad social de los juguetes, especialmente la pelota.
LH: Esa es una de las dos leyendas.
CdL: Es cierto. La otra versión es un poco inverosímil. Parece que tenía un compañero llamado Félix Gatto…
Septmio: ¿Como el Gato Felix, el dibujito animado?
CdL: ¿Qué le causa tanta gracia? El pibe se llamaba así, igual que su padre y que su abuelo, todos napolitanos. ¿Pretende que le cambie el nombre?
Septmio: No, para nada. Siga, por favor. No me burlo, me llamó la atención nada más.
CdL: Parece que el Gato Félix tenía problemas de lateralidad. Confundía todo el tiempo la derecha con la izquierda.
LH: En eso no se diferenciaba mucho de los políticos argentinos, hay ke decirlo.
CdL: El Gato Félix era, en este sentido, un verdadero adelantado, Solís y Magallanes juntos. La cuestión es que, según algunos ex alumnos de la Escuela 1280 "Gral. Gregorio de Lamadrid", fue él quien le puso ese apodo desconcertante con el que brilló como wing derecho en Sportivo Guzmán.
Septimio: ¿Jugó mucho tiempo en Deportivo Flete?
CdL: Un solo campeonato, cuando tenía ya 55 años.
LH: Hasta el año anterior era el 7 indiscutido de Sportivo Guzmán. Pero algún problema tuvo con el cuerpo técnico antes de la final del Regional ’74. El affaire nunca kedó claro. Nadie comprendió jamás las explicaciones del Zurdito.
CdL: Así que se vino jugar a Deportivo Flete, donde llegó a ser el máximo anotador de la historia del club con 7 goles: 4 a favor y 3 en contra.
LH: Ahí enfrentó de nuevo a gilasia, eterno rival del Sportivo, en un amistoso ke se jugó la noche del 31 de diciembre.
S: ¿La noche de Año Nuevo?
LH: Toda la cancha estaba iluminada por los faros de los rastrojeros y cubierta por el hum* de los caños de escape. ¡Parecía una postal de Londres!
CdL: El partido empezó temprano, para que la gente pudiera estar en sus casas a las doce. Pero terminó 0 a 0 y tuvieron que jugar alargue. Y el score se mantuvo idéntico.
S: ¿Desempataron por penales?
CdL: Eso intentaron. Pero a las 23.15 –lo recuerdo muy bien, porque miré mi cronómetro Seiko- ninguno de los dos equipos había convertido.
LH: Un klamor empezó a bajar entonces desde las 7ribunas: ¡mo-ne-da, mo-ne-da, mo-ne-da!
S: ¿El resultado lo decidió el azar?
CdL: No fue tan sencillo. El Zurdito, capitán de Deportivo Flete, se rehusaba a que el match se dirimiera en moneda capitalista.
S: ¿Y entonces?
LH: Después de idas y vueltas, ya casi medianoche, cuando las familias de los hinchas se habían venido hasta la cancha a recibir el Año Nuevo, el Zurdito hizo valer su posición.
CdL: Sacó del bolsillo del pantalón una moneda de 50 kopeks -acuñada en 1967, gran año guzmaniano- y se la entregó solemnemente al árbitro. El Zurdito eligió cara y el Pompa Sos*, capitán gilnazista de todos los tiempos, no tuvo más opción que aceptar ceca.
S: ¿Y qué salió?
CdL: ¡Lenin, obviamente! Enseguida sonó la sirena de los bomberos y empezaron los fuegos artificiales. Todos nos fuimos cantando "La Internacional".