Unos mates con Verón

Por Mystic Love
(el AF ke le ceba al Seba)

Cuando veo a El Mejor no puedo dejar de agradecerle a la vida que sea nuestro. Un privilegio que ningún club del mundo tiene. Sus sentimientos por la roja y blanca desconocen cualquier límite.

Así era cuando se fue 10 años a Europa. Ni los millones ni la fama lo obnubilaron y siguió colaborando para que el club vuelva a ser lo que fue en la época de su padre. Prometió que en 2006 volvería y así lo hizo, desechando ofertas de clubes poderosos. Jugando a la pelota, quería devolverle al club todo lo que el club le había dado. Quería que su Estudiantes vuelva a sentarse en la mesa de los grandes del mundo.

Tres años y medio después ahí está Juan Sebastián Verón, al borde de la pileta del hotel, en la previa de jugar la final del Mundial de Clubes con su Estudiantes. Con la humildad propia de los grandes se acerca a tomar unos mates con el AN7IFIERR*. Con esa misma humildad se prende en un diálogo soñado por quien escribe estas líneas y nos cuenta sus deseos para Estudiantes. Entre tantas anécdotas, recuerda cuando en los '90 las fetas de fiambre se compraban justas y el Pabellón Demo era un show de goteras para los pibes de las inferiores.

Respira Estudiantes cuando habla. Nos cuenta que quiere más obras en el cantri, ofrecer más deportes para así aumentar el caudal de socios. Entiende que la sede se quedó en el tiempo y que deberá hacerse una nueva en 1 y 57. Nos habla del Manchester, del Inter, como si allí hubiese hecho estudios de posgrado para aplicarlos a nuestro club. Los compara con Estudiantes. Subraya la palabra marketing y sueña con la profesionalización de las áreas, en un fútbol grande que va dejando obsoleta la antigua estructura a pulmón con la que se rigen muchos clubes en la actualidad. "Estamos ante la gran oportunidad de nuestra historia -subraya-, y no debemos desaprovecharla".

Ahí se va Juan Sebastián Verón, dolorido en el alma por la derrota. Se le nota el desgaste físico y la pena por haber estado tan cerca. Así es la Bruja. No se conforma con los segundos puestos, no los festeja. Tiene mentalidad ganadora y se enfurece cuando los medios porteños dicen que deberíamos estar conformes por la magnitud del rival. "Eso es propio de un club chico", y él siente a Estudiantes como un gigante, a la altura de cualquier poderoso del mundo.

Le pide a un dirigente que haga el checkout de su habitación. Ya empilchado para emprender el regreso a La Plata se acerca nuevamente a nosotros. Nos pregunta cómo estamos. Nuestras palabras de aliento lo reconfortan, pero redobla la apuesta para lo que viene, destacando el gran grupo humano que se formó entre CT y jugadores.

Se va a descansar el Rey León.
Merecidísimas vacaciones para el líder que nos llevó otra vez a las tapas y pantallas de todos los medios del mundo.
Y nosotros junto a él alzaremos la Copa Libertadores para brindar por un 2010 repleto de desafíos.
Y que nos encontrará nuevamente sentados en la mesa de los grandes.

Mantengamos renovado el pasaporte y un ahorro bajo el colchón: con JSV en el Pincha... todo es posible.

Salú, Bruja.
Salú, Estudiantes.