Anticaravan*

Sí, tras ke éramos pocos... parió la caravan*. ¿No era suficiente con una abuela deskiciada fabricando enan*s cerca del cantri? ¿o con un grupoide de ansios*s planeando banderaz*s en Madriz? ¿sabías ke ya se vienen hordas de chicat*s para montar sus fucking pantall*s gigant*s? No, señor. Nada parece suficiente para el fierrerí*. Cuando nuestros muchachos más concentrados deben estar, trankilos, relajados, afianzando el grupo hacia adentro y resolviendo los últimos detalles, ahí aparecen rompiendo cualkier eskema: las inoportunas piedr*s en el camino (o autopista).

Una actitú 7ris7ísima y recontrafierr*: joder con mucho cotiyón y barullo previo. ¿Ké necesidá hay de demostrar ké? Nuestra delegación debe trasladarse hasta Ezeiza con total trankilidá, alejados de toda presión. ¿Nadie piensa en eventuales accidentes a raíz de un tránsito feroz? (estarían llegando en hora pico) ¿Y si una demora complica todo? Dejensé de joder, ninguna caravan*. Por favor.

En octubre de 1968 Estudiantes viajó a Inglaterra diez días antes de la final en Old Trafford. Por expreso pedido de Osvaldo Zubeldía, el club emitió un comunicado pidiendolé a la gente que se abstenga de ir al aeropuerto a despedir al plantel. Ahora deberían hacer lo mismo. A eso le llamamos tener BIDÓN, cuidar al extremo lo más importante que tenemos: los jugadores. Ellos ya perciben de sobra el inmenso cariño, la tremenda expectativa, la desbordante ansiedá de todos. Ya conocen bien todo eso. Además, los ke tienen taaantas ganas... ¿se preguntaron por un instante si del otro lado también tienen ganas? A la vuelta sería otra cosa...

Por eso... kedate en tu casa, alkilate una porno, cortate las uñas de los pies o hacé jueguito con la licuadora. Arreglá con amigos, salí de joda y brindá por la mística. Pero si no hay caso y seguís muy, muy desesperado, una buena opción es ir al cine. Te mandás a mirar La Pashión y llorás... de la risa.

Salú.