Semiyitas vs. la amarguemia

Viene El Inkisidor, me alcanza una foto de Gustav* Neff*, zurdo todo roto ke recaló en el Pincha a mediados de los '90. Sí, como lo ves, hoy pasea perros; antes lo paseaban a él. Evolucionó. Entonces se pone saco y corbata y sonríe para la foto. Maldita tecnología, la sacó del google y ni la retocó el muy guacho. Necesito hacer lo mismo, pensar en la historia, en los hechos ke suceden y ke el tiempo va desmembrando hasta deslizar algunas palabras, una breve información, con suerte un concepto y nada más. Es terrible el colador de la memoria, deja pasar mucho, retiene poco.

Perdemos con una banda de asaltantes made in Avellaneda, encima con gol de uno nuestro. Me inquieta por demás, como a vos. Entonces me pongo a buscar, rebusco y recontrabusco algo ke me trankilice, ke me dé paz. Y encuentro: diez días antes de la primera final con el Manchest*r Unit*d (25/9/68), y por el Nacional, viajó Estudiantes a Bahía Blanca para enfrentar a Basuracán de Ingeniero White, cancha de olimp*, mix de titulares y suplentes. Y la ingrata sorpresa: caímos 1-0 con un ekipito ke luego perdería ¡11-0! con Viles (el kanpión). Putamadre, imaginate. ¿Así vamos a salir campeones del mundo? Digo, alguno/s habrá/n pensado eso, firmalo. Pero no termina ahí: una semana antes de la revancha en Old Trafford, vino Col*n a LP y nos hizo pelo y barba: 0-3. ¡Andate, Zubeldía! Y si miro la tabla final de ese torneo, parakétecuento: 14º entre 16, apenas 3 ganados, 1 empatado y... ¡11! perdidos. Doce golcitos a favor, 26 en contra. Antepenúltimos. ¿Te das cuenta?

No busco más, ya'stoy trankilo. Me olvido ahora mismo del ingeniero blanco, del sabaler* y toda la milonga. También de Neff*, Luguercio y del sarrasani blankiceleste. Porke aquella vez, la historia nos reservó lo mejor de lo mejor (hasta ahora): Estudiantes de La Plata Campeón Intercontinental 1968. Pocas palabras, un concepto. Hermosas palabras, hermoso concepto.

Salú.