AN7IFIERR* - Bidonismo Explícito

En estos días de vueltas olímpicas, en nues7ra enkues7a se preguntaba qué iba a hacer gilaCia si lanú le daba la vuel7a en la kara. Eso no okurrió, pero la amplia mayoría -kri7eriosa komo siempre- respondió ke el 7ris7erío “pediría un in7érpre7e…”

Y no hay con ké darle: kuando uno no sabe, 7iene ke pregun7ar. Pero kuando sabe y la mano no viene bien… 7iene ke des7apar el bidón.

Algo así le pasó al Estudiantes de Don Osvaldo que ganó todo. Y al que a veces también le tocó perder. Por ejemplo, el 4 de agosto de 1968, cuando venía de dos vueltas olímpicas (Metro ’67 y América ’68) y kería dar la tercera antes de viajar a Old Trafford.

Pero no pudo ser. En aquella final del Metropolitano frente al kuerBo en el Monumental, el Pincha cayó 2 a 1 en el suplementario. Y el partido terminó y se vino el festejo de Los Matadores y... y... los muchachos de Zubeldía se agruparon en el centro del campo de juego y empezaron a aplaudir respetuosamente… ¿Cóooomo?

¿Caballerosidad deportiva? ¿Fair play? ¿Un justo reconocimiento a la superioridad del rival? ¿Ni una gota en el bidón?
Nada de eso, la respuesta la dio poco después el capitán del equipo, en una entrevista con la revista El Gráfico:

PD: ¡Cuaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaack!