La imagen que acompaña este post es la tapa de la edición de hoy del diario La Noche.
Con temas varios: conflicto campo vs. gobierno, frío polar, escasez de combustibles, transexual en la UNLP, más médicos para el hospital de niños, Rolán Garrón...
Buscamos algo de fulbito: "Ges7iones en gilaCia: Sess* más cerca del arko albiazul". Ajá.
Entonces, como somos gente desconfiada y desmemoriada, nos vamos para atrás en la semana y revolvemos más títulos de fulbito.
Jueves 29/5: "gilaCia: sigue la danza de nombres y al final juega el domingo", además de "b*sta ahora debe ganar en Brasil".
Miércoles 28/5: "Ges7iones avanzadas en gilaCia: ilusión por la vuel7a de Varg*s".
Martes 27/5: "sanguche77i respaldó a Alons* y ya planifika el fu7uro".
Desde el lunes hasta hoy, para La Noche, en Estudiantes no ha pasado nada. ¿No? Quizá nada que merezca ser título en la ¿renovada? portada del diario. ¿Y todo lo otr* sí merece serlo? ¿O andamos por mitad de tabla y no me enteré?
Claro que tenemos algunos indicios de esta clarísima política editorial y de ventas. Inclusive, en el AN7I-LOBO el tema está siendo abordado detallada y correctamente.
Pero viste que en el AF somos gente jodida y seguimos preguntando:
¿pasó, pasa, va a pasar algo noticiable en Estudiantes?
Dale, por favor, contame.
O men7ime y llamame 7ris7e...

Todos los árbitros me caen mal. A ninguno le tengo confianza.
Quizá esto le pase a la mayoría, y no sólo a hinchas de Estudiantes. En rigor, no es novedad que el referato verná-kulo atreviese una etapa nefasta, y de ahí tener ke mirarlos siempre de reojo esperando de ellos un palazo en la nuca.

Este domingo, el impresentable Saúl Lav*rni (foto) nos dirigirá vs. el forrito. En este torneo sólo lo padecimos una vez: en la derrota con san tinell* (1-3, equipo muy suplente). Estudiantes perdió bien aquel partido y al coso apenas se le podría achacar que no haya cobrado una evidente falta sobre Wilchez en el tercer gol (Hirsig). Por lo demás, su laburo fue aceptable.
Pero a SL no sabemos si definirlo como pésimo, como hijo de puta o ambas cosas. Los memoriosos recordarán el gol legítimo que le anuló a Galván en el 2006 vs. bónfil (0-1), a quien luego expulsara junto a Burrogarcha... La segunda vez que nos tocó también perdimos (0-1 vs. viles, apertura 2007), aunque ahí no fue determinante, como sí lo fue hace poco con la mano ke ignoró a favor de la b*sta (vs. yasinclú) ke de una lo katapulta al podio de los ladris kararrotas.
En suma, SL nos tocó 3 veces y perdimos las 3...

Anoche abrí un bidón reserva, empiné un par de vasos y me puse a revisar kiénes fueron los kuervos que nos mandaron en este torneo. En los 10 partidos que ganamos, B*ssi nos dirigió tres (5-2 vs. ñuls, 1-0 vs. viles y 2-1 vs. gilaCia), Fara*ni dos (2-1 vs. bónfil y 3-2 vs. sanjuan); Sabin* uno (2-0 vs. jujuy), Belig*y uno (2-0 vs. ya-sin-klú), Magli* uno (1-0 vs. lanú), F*rchi uno (3-1 vs. el kanaya) y Baldass* uno (1-0 vs. la b*sta).

De los 4 empates, en uno estuvo Baldass* (1-1 vs. tiger) y en otro Brazenas (0-0 vs. arse-anal). En ambos partidos, los cuervajes fueron aceptables. Y hay dos empates más, con Pe$$otta al pito: 0-0 vs. ri-verga (anuló un gol legítimo de Alayes tras centro del Chino) y el otro día 1-1 vs indesingente (tranqui, más allá del tiro libre final que les dejó patear con el tiempo recontrapasado).
Y en las dos derrotas, tuvimos al lunático en una (0-2 vs el bich*) y al citado Lav*rni.

Este repaso pareciera echar un manto de tranquilidad sobre el asunto: Estudiantes no ha sido ni perjudicado ni beneficiado abiertamente; dicho de otro modo, los errores arbitrales no han determinado más o menos puntos en la tabla, más o menos sancionados con amarillas o rojas. En todo caso, habrá que analizar déficits propios en ese sentido.

Pero ojo al (kuerv*) piojo: konfiarse no es propio de bidonistas. Ke no nos vengan kon el verso de las krisis en rivergüenza y san tinell*. O ke la b*sta está en otra cosa y nos deja el camino ayanado, klaro que no. Siempre hay muchísimo en juego para el sistema de los grandes y relajarse sería un error imperdonable.

Por eso, el domingo a pedir todas, a grito pelado. Seremos más, como siempre. Y eso a un mediokre del silbato suele presionarlo.

(el 27 de mayo de 1970 -hace hoy 38 años- Estudiantes se consagraba Tricampeón de América. Había superado en semis a ri-verga y en la final de ida, el 21 de mayo en 1 y 57, a Peñarol por 1 a 0 con un zapatazo agónico (89') del Topo Togneri. En la revancha -estadio Centenario- empataron 0 a 0 y así le dieron la primera vuelta olímpica en la kara a un ekipo uruguayo. Eso sí, antes hubo que sortear algunos problemitas... (cuack) Hasta aquí, en el AN7I-FIERR*, hemos repasado textos elogiosos sobre aquel equipazo de Zubeldía. Hoy no. A continuación reproducimos la crónica de un jovencísimo Osvaldo Soriano -kuervo konfeso- en la revista Panorama (2/6/70) titulada El triunfo de los robots. Ya casi lo dice todo...)

Parecía una comedia de enredos. No bien terminó el partido sin goles (y sin emoción) entre Estudiantes de La Plata y Peñarol de Montevideo, el miércoles pasado en el estadio Centenario, el boxeador argentino José Menno hizo una exhibición pugilística —no en el ring sino en los pasillos del estadio— y terminó con un ojo hinchado. El espectáculo había empezado noventa minutos antes dentro de la cancha, donde los robots del impasible técnico Osvaldo Zubeldía salieron únicamente a impedir que la pelota entrara en su arco. Al conseguirlo, la Copa Libertadores de América quedó por tercera vez consecutiva en las vitrinas del club Estudiantes.

Pero lo más emocionante ocurrió al final, cuando los jugadores de ambos equipos se trenzaron en una batalla de trompadas y patadas. Entonces el público salió de su aburrimiento y comenzó a alentar a uno y otro bando. El mérito inicial correspondió al veterano jugador uruguayo Néstor Gonçalves, quien propinó una paliza al diminuto zaguero Tato Medina. Un médico se apuró a acercarse al lugar, pero no para revisar los moretones del agredido sino para aportar lo suyo: era el doctor Carlos Bilardo. Recibió, en cambio, un espectacular puñetazo del joven peñarolense Larnberk, quien, a su vez, no tuvo tiempo de festejar su punch porque el arquero Néstor Errea lo derribó con un uppercut de izquierda.

La tribuna bramaba y algunos consiguieron saltar la fosa que circunda la cancha para intervenir en la gresca. Uno de ellos, interceptado por un vigilante, lo increpó: “¿Por qué no me deja darle una piña a ese porteño maricón?”. Fue entonces que un jugador de Estudiantes se acercó y se la dio primero. A pocos metros del lugar, Milton Viera calzó a Jorge Solari con un gancho de derecha, pero tuvo también su respuesta en una efectiva seguidilla: Menno (con el ojo en compota) y su colega Gregorio Goyo Peralta se mezclaron en la confusa refriega “para apaciguar los ánimos”.

Por entonces, los uruguayos Peralta y Speranza se trenzaron con Spadaro y Togneri, mientras Poletti —arquero de Estudiantes en las dos conquistas anteriores— hacía lo posible por intervenir. Un fervor similar en la final de la copa Europea-Sudamericana, frente al Milan, el año pasado, le costó la expulsión de la AFA. Claro que entonces Estudiantes fue el abatido.

El show. Por fin, cuando media docena de lánguidos policías se decidieron a intervenir, el reñidero se acabó. Es que los jugadores de Estudiantes estaban apurados por dar la vuelta olímpica. Un suceso que abochornó a los más fanáticos hinchas de Peñarol: por primera vez en la historia del estadio Centenario un equipo uruguayo perdía frente a los argentinos la final de un torneo importante. Tal vez por eso un exaltado vendedor de panchos quiso saltar al field y cayó estrepitosamente al foso; se quemó la cara con el agua hirviendo de las salchichas y tuvieron que llevarlo al hospital. Fuera del estadio las cosas no mejoraron para nada: hubo pedreas y corridas cuando salieron los hinchas de Estudiantes y varios de ellos encontraron sus autos con los vidrios destrozados. El aquelarre: Ricardo Orseo, vendedor de chorizos, agotó su reserva de pan apuntando a la cabeza de quienes llevaran gorritos albirrojos; cuando se terminó el pan, comenzó a tirar chorizos, pero con tanta mala suerte que acertó en la espalda de un vigilante: éste le dio una tunda con su bastón.

Así es la vida. Entretanto, en los vestuarios, los dirigentes de Peñarol se excusaban ante los argentinos. Uno de éstos, delirante por la victoria, minimizó: “Son cosas del fútbol”. Tenía razón: estas finales fatalmente terminan a puñetazos. Los pioneros fueron los futbolistas de Racing, quienes en 1967 molieron a puntapiés y rociaron de escupitajos a los ingenuos jugadores escoceses del Glasgow para apoderarse de la copa Intercontinental. Estudiantes heredó esa costumbre, que ahora —tarde— adoptó también Peñarol. No podía hacer más. Ocho de sus jugadores titulares están en México integrando el seleccionado uruguayo que competirá en el mundial. En Montevideo sólo quedaron los tres extranjeros: Onega, Figueroa y Spencer, pero éste se lesionó y no pudo jugar. De todos modos, para contenerlos, Zubeldía pulió su famoso sistema defensivo y sus futbolistas quedaron agotados de tantos pelotazos que recibieron en el cuerpo.

Hubo un héroe: el arquero Errea, quien salvó estupendamente la caída de su valla en tres oportunidades. El único antihéroe de la noche estuvo en la tribuna: Efraín Oscar Valle (27), un mulato vendedor de chocolatines, quien se animó a internarse en la barra de cinco mil hinchas de Estudiantes. Lucía un gorro de Peñarol y cantaba: “¡Están nerviosos, están nerviosos!”; apenas pudo salvar el pellejo, porque los chocolatines, la bandeja y el gorro volaron por el aire.

Los nerviosos, en el segundo tiempo, fueron los locales, quienes perdieron toda su chance ante el bloque de autómatas argentinos que tiraban la pelota a cualquier parte. Cuando el obeso juez paraguayo Dimas Larrosa dio por terminado el partido, Zubeldía se apresuró a declarar: “Espero que ahora en la Argentina valoren lo hecho por Estudiantes”. No es mucho lo que hizo; como el reglamento le permite ir directamente a las semifinales, le bastó con vencer al frustrante River Plate y una sola vez a Peñarol para ganar el certamen.

Finalizado el show pugilístico, los jugadores uruguayos se quejaron de su “mala suerte’, y Gonçalves y Poletti fueron detenidos por la policía hasta que el diputado Washington Cataldo arregló todo, como suelen hacerlo los políticos zorros. En el vestuario, un dirigente de Estudiantes gritaba: “¡El año que viene tendrán que aguantarnos de nuevo en la copa!”. Es cierto: en 1971 tampoco se podrá ver fútbol en las finales.

PD: gentileza del archivo inagotable del sr. Pichuko.

Varios siglos antes del cristianismo, los pueblos célticos de Europa rendían culto a los árboles por considerarlos templos de la santidad. Y también, la principal presentación de los dioses entre los hombres.
El árbol servía como medio para enviar la dolencia o el mal a la tierra. También se recurría a este vegetal si la mala suerte visitaba a alguien bajo la forma de demonio o si iba a librarse una batalla. En estos, y otros casos, el sacerdote druida celebraba una serie de ritos y ensalmos en las llamadas "enramadas sagradas", lugares que equivalían a las modernas iglesias. Hay, además, quienes dicen que las supersticiones referentes a la madera provienen del material con la que fue construida la cruz de Jesucristo. Resultado de estas creencias es nuestra costumbre de tocar madera como signo de buena suerte, ya que ésta atrapa al espíritu maligno y lo hace caer a tierra.

A esta altura del campeonato, una buena producción no es consuelo si apenas sumás un punto. Es decir, si perdiste dos. De todas maneras -y con el panorama que se presenta- Estudiantes puede sentirse muy confiado y enterísimo para encarar el último tramo del torneo.
Durante todo el pt, el andar del Pincha fue de bueno a muy bueno. Y fue en ese lapso cuando mereció irse con uno o dos goles de ventaja. Curiosamente, desperdició muchos cabezazos claros (5) y hasta un tiro a quemarropa salvado en la línea. Mientras, indesingente nunca llegó al arco. Mérito de un dispositivo defensivo que se iniciaba en un ahogo sin pausa en el medio (Verón jugó un partido brillante), para facilitar la tarea posterior de los tres del fondo (en el único descuido, Den*s convertiría el empate).

Ya en el segundo, llamó la atención que tras el gol, Estudiantes haya entregado iniciativa, campo y pelota al rival a tal punto que no consiguiera recuperar ninguna de las tres variables como para darse un respiro. Era mucho el tiempo para aguantar, más de 40 minutos.
Y aquí llama particularmente la atención uno de los cambios: Piatti por el lesionado Enzo Pérez. Ya había entrado Díaz por Moreno para armar línea de cuatro. He ahí un error: el mediocampo se perdió por completo en los últimos 15 y se terminó aguantando muy cerca del área propia. Aquel dique de contención del pt desapareció y el equipo de B*rghi pudo adelantarse bastante más.
¿Para qué se necesitan tres delanteros cuando no hay resquicio ni para una contra aislada? ¿O estaba mal armado el banco? Nos inclinamos por la última, más allá de las ausencias de los paraguayos. Quedaban sólo jugadores ofensivos (Wilchez, Lazzaro) y un defensor inexperto (F. Fernández). Y hablar de lo que se extrañó a Braña en ese momento es un facilismo propio de resultado puesto.

Son detalles que para nosotros, los hinchas, quizá importen muy poco. Lo que sí importa es seguir manteniendo la punta, privilegio que podría haberse perdido cuando el karadura de Pe$$otta permitió patear un tiro libre con el tiempo de descuento pasado en casi un minuto.

Quedan tres finales. Estamos bien. Bidón en mano, destapado. Y la guardia bien alta. No será fácil, pero los logros con esfuerzo son mucho más sabrosos...

¡Salú!

PD: digodeprontomeparece... ¿Boquita no se sacó muy tarde ese g*bán fierr*?

Esta semana le dijimos al fierr*: "No se relaaaaje, viej*, no se agraaande..." Pero bué... ya sabemos cómo es esta gente. Venía dulce y le daba para sacar pech*. Por ejemplo: ni bien empezó el partido, se la pasó gritand*: "Fef*, Fef*... vos ke sos un grande hablale a Garbarin* para ke se yelaje". Y sí, fue gol en contra...
Ya en el st, se la agarró con el Kokito: "Usté es un fenómeno, Jorgit*, siga despayamando experiencia que cuando volvamos lo nombro ministro de Deportes". Y sí, fue roja...
Pero se ve ke andaba suelt*, yelajadísimo, demasiado. Se kedó nostálgiko sobre una publicidá de Telekom, acariciándola: "Pensar que fakturás fortunas gracias a mí..." Y ahí nomás gilaCia se ekivokó y lo empató...
Más allá de este traspié, el Fierr* envió un e-mail hace un yatito:

"Keridos an7i-fiey*s. Por si se les ocuye cuestionar -como tanto les gusta- a este humilde fiey* argentin* les dejo los números totales de mi traiectoria akí.
"Durante el final de 2007, gilaCia ganó dó, empató tré y perdió siete (cuack). En lo que va de 2008, ganó tré, empató cinko y perdió ocho. Los totales me dan 5 ganados, 8 empatados y 15 perdidos. Son ventitré puntos de 84 en juego. Si no les gusta, iá saben... Igual, los abrazo sobre mi coraz*n".

Nuuu, gracias. ¡Nada para reprochar, fiera! Nos vemos la semana que viene. ¡Y está bieeen!

(así fue titulado un artículo de 1928 en el Nº 1 de la revista institucional Estudiantes, cuya tapa con el Nolo Ferreira reproducimos más abajo. Se ve que desde esa época el club ya le asignaba mucha importancia a un "plus" extradeportivo, en este caso la vestimenta de los jugadores y la impresión que causaba no sólo entre el público sino sobre sus rivales):

“El football es sin duda uno de los más bellos de los juegos, incomparable como espectáculo. De otra manera no se explicaría cómo ha logrado interesar a las multitudes que a diario bordean los campos donde se practica.
“Ninguno de los deportes ofrece una mayor variedad de aspectos ni hay tampoco otro que solicite de un modo tan permanente la atención del que observa, por la movilidad de los jugadores, por la intención y la agilidad de las jugadas y por las mil incidencias que se suscitan en los noventa minutos de un partido.

“Logrado un máximo de eficacia en él, es indispensable cuidar ciertos detalles que lo embellezcan aún más. A eso deben tender los elencos de jugadores que aspiren a tener una posición de privilegio, no sólo en la tabla de posiciones sino en el concepto de las gentes que los alientan en el field, que los siguen y los estimulan en la lucha.

"Desde la salida del cuadro la impresión debe ser estética, con lo que queremos decir que los componentes del mismo han de preocuparse en manera principal del vestuario. Nada hay más desagradable que ver a los hombres jóvenes que forman nuestros teams con los pantalones descuidados, las casacas en mal estado o las medias caídas, cuando no con calzados de lona, así como no hay nada más bello que la salida del eleven favorito, impecablemente presentado, con su uniforme resplandeciente y vestido con especial atención, tal como si la entrada al campo fuera una de las fases importantes de la brega. Hay veces que uno se dice: ese cuadro entra con apostura de ganador y así resulta.

“El viejo Alumni tenía el concepto cabal de este punto de vista y sus partidarios, -no había todavía aparecido el modismo de hincha-, recordamos la entrada del once formidable, con Watson Hutton, Alfredo Brown, Carlos y Jorge, o Weiss a la cabeza, impecables, peinados como si llegaran a una reunión social y a la vuelta del half time, otra vez pulcros y atildados, como si recién entraran. Corrió con insistencia en la época de su famosa figuración, la especie de que el team habría de llegar hasta perder al célebre Laforia, porque cuidaba el arco cubierto con un clásico chamberguito. .. y así debió ser, porque chocaba esa prenda del gran arquero.

“Estudiantes de La Plata, felizmente no necesita exhortaciones al respecto. Viste y con verdadero garbo su histórica casaca. Hay ya mucha belleza en la salida del once estudiantil, que cuida hasta el paso y el ritmo en los movimientos. Tal vez sea su preocupación estética uno de los factores de su carrera triunfal y es de esperarse que en tal sentido se llegue al máximo de la eficacia, con la intervención del señor Lago, cuyas enseñanzas habrán de ser de incalculables resultados.

“Mantenga el leader de la actual temporada su línea de impecable belleza y mejórela si ello fuese posible, tengan sus componentes la preocupación hasta de la forma cómo entran o salen de la cancha, caminen y muévanse pensando que millares de ojos están pendientes de sus movimientos y así se harán acreedores al agradecimiento de los que concurrimos a los campos del deporte con un concepto hecho sobre la belleza de su práctica”.

Tranquilos, que no vamos a meternos en la vieja discusión. Si tirar el offside, si hacer tiempo, si practicar pelota parada o morder en toda la cancha. No. Eso es parte del fútbol y a otra cosa. Vamos a hablar del verdadero antifútbol.

¿Cuáles serían hoy los típicos personajes y las estrategias del antifútbol? Por ejemplo, Juli* Gronroña. Por ejemplo, un árbitro tendencioso. Por ejemplo, instalar rumores para generar incertidumbre y desconcentrar.
Hemos hablado en extenso sobre la incomodidad que produce Estudiantes bien arriba. Como ocurriera en 1968, al principio todo muy simpático; eso sí, ahora tengo - que - bajarte - porque - se - me - cae - el - negocio. Entre el 2006 y el presente la historia vuelve a repetirse. A partir de esto, surge la imperiosa necesidad de estar atentos y unidos para contrarrestar los embates del perverso sistema.

En estos días, se intenta embarrar la cancha con todo tipo de rumores y/o decisiones que sólo buscan distraer la atención y generar debates innecesarios. Y no sólo para inquietar a la comunidad albirroja sino al plantel mismo. Es ahí donde debe sonar el alerta amarillo: de lo que se habla puertas adentro en City Bell jamás nos enteramos y son aquellas estrategias lanzadas como bombas que al caer en medio del plantel sólo apuntan a desconcentrar e incomodar.

Veamos la lista con su correspondiente intencionalidad:

- Ort*ga a Estudiantes (debate y malestar interno)
- Andújar a ri-verga (distracción)
- Piatti al Almería (distracción)
- Dupla técnica Sensini/Verón (malestar interno)
- Negar el artículo 225 (bronca interna y búsqueda de culpables)
- Los refuerzos luego del Clausura (debate y malestar interno)
- $imio-ne se iría de ri-verga (distracción y relajación)
- Con O-limpio en Mar del Plata (relajación y desvío del objetivo inmediato)

La lista sigue (agreguen, por favor) y amenaza con extenderse en esta recta final del torneo. Porque la premisa del anti-fútbol es clarísima: "en Estudiantes algo tendrá que estar mal, ya que futbolísticamente demuestra estar bien".

No les hagamos el juego. De ahí la sencilla foto del post: a reventar cualquier cancha y a revolear los bidones. ¿A papá mono con bananas verdes?

¡Salú!

El 21 de mayo de 1969 -hace hoy 39 años- Estudiantes se consagraba bicampeón de América. Había derrotado a Naci*nal (Uruguay) en el partido de ida (15 de mayo) por 1 a 0 (Flores) y en la revancha, acá en La Plata, por 2 a 0 (Flores / Conigliaro). Así, con el correr del tiempo, esta estrella internacional se convertiría en la única conseguida como local; las ocho restantes fueron vueltas olímpicas afuera, a saber:

- Metro '67: Viejo Gasómetro, Kasla (vs. ya-sin-clú 3-0)
- América '68: Centenario, Uruguay (vs. P*lmeiras 2-0)
- Intercontinental '68: Old Trafford, Inglaterra (vs Manch*ster 1-1)
- Interamericana '69: Centenario, Uruguay (vs. T*luca 3-0)
- América '70: Centenario, Uruguay (vs. Peñarol 0-0)
- Metro '82: Chateau Carreras, Córdoba (vs. Taaaiere' 2-0)
- Nacional '83: Avellaneda (vs. indesingente 1-2)
- Apertura '06: Viles S. (vs. b*sta 2-1)

De aquella consagración en casa, les ofrecemos hoy tres materiales: en primer lugar, la tapa de la desaparecida revista Goles, que mostraba en producción fotográfica los festejos de Bilardo, Conigliaro, Pachamé, Madero y Malbernat; también una apostilla publicada en la sección Pavaditas de la misma revista (aún en colores sepia), con el héroe de las finales junto al maestro utilero Ricardo Callero; y por último, en la sección Estrictamente Reservado, lo que le pasó al Flaco Poletti antes del partido, mientras se trasladaba en un auto particular rumbo al estadio de 1 y 57, en plenas movilizaciones del histórico Cordobazo...

(click en las imágenes para ampliar)

Ya ke la masa pide y pide y pide, este blog no repara en demagogias.
He aquí el afiche, fotografiado oportunamente por la an7i-fierr* Florencia (¡escribió una mina! ¡no la ahuyenten, orangutanes!).
Un cartelito modesto, pero testimonial al fin. ¡Salú!

La vemos en la calle, apoyada sobre una pared, con un operario laburando arriba y... por abajo no pasamos ni mamados, verdá? Así tengamos que ir hasta la mitad de la calle o hasta enfrente...
Esta y otras supersticiones asociadas a las escaleras se vinculan con el miedo al patíbulo. Antiguamente, debido a la gran altura que éste solía tener, había que usar una escalera de mano para colocar la soga en la posición correcta, así como para retirar después el cadáver del condenado. Cualquiera que pasara por debajo de la escalera corría el peligro de encontrarse con el muerto.
De ahí viene tal superstición.

Sábado, mediodía. Llamada del fiey*.
- ¡Aló, Lijarvi! Todo ye-mal...
- ¿Qué paaasa?
- Me enteré que nos quieren hacer una yecontra-enfieyad* con un par de gaiinas muertas...
- ¿Ké? ¡A la mierda! ¡Okupesé ya, viejo! ¿Ké sugiere? Déle que falta poco para que empiece...
- No se preokupe. Tengo una idea: iá mismo me cambio de disfraz...
- Bué, metalé, usté sabe (cuack), keda en sus man*s el tema...

Y otra vez el yiojan* se mandó al corazón (?) de la Loka 22-1. Se fue acercando como kien no kiere la kosa, despaci7-0. Nube de pako, te7ras, ko7iyón... Uno lo vio yegar y alucinó:
- ¡Uhhhhhh, ké pilcha kopada, fiera! ¿Vó kién só?
- ¡Ió soy el Markés de Sade! ¡Vivan los excesos y la konvertibilidá!
- ¡Vivan, vivan!-, gritaron todos, a esa altura en delirio total. Y lo tocar*n (nu), y lo abrazar*n (nuuuu), y lo llevar*n en andas (nuuuuuuuuuuu). Mientras, el fiey* yepartía más pako y lanzaba al aire dólares truchos con la kara de Favalor*.

Así, enfiestad*s onda siglo XVIII, se fueron yendo para la tribuna Norte. "Olé olé olé oléeeeee Markéeeee Markéeeee" (nuuu). La loka ya estaba a full. El partido había empezado hace rato, obvio. Y Estudiantes arriba 1 a 0...
- ¡Pilchaputobijilantemoda! ¡Konchatuya!
- ¡No os preokupéis, amig*s! -bramó el fiey*- ¡esto lo ayeglo ió, el Markés de Sade!
Lo miraron de yeojo. Fue ahí ke, apelando a la letra chika del k*ntrato con el AF, gritó a viva voz:
- ¡Vamo' Anyieleri, Mambrú kerido, el markés está kontigo!
Y fue penal. Los limados de la loka no entendían nada. Y roja para el defensor:
- ¿Vieron? Ahorita el kamino está aiianado para el gran gilaCia. ¡Vamos, D*mínguez kerido! ¡hacélo por tu primi7o, el Negro HéTor!
Pero, más vale, el penal se fue al caraj*. En el entretiempo sólo kedaba aliento para más pako.

- ¡7riperos y 7riperas de mi yeino! ¡Vamos ke podemos! ¡Domingui7-0 tendrá su yevancha! ¡Y este klásiko será pan komido!
Tal cual, fue 1 a 1. Y roja para el Chapu, por pegarle... ¡a pingüidi! Otra vez el fiey* en andas (nuuuuu). Lo bajaron, lo sobaron bien (¡enfermos!) y nadie más lo vio. Con el disfraz puest*, salió paseand* por las caiecitas de La Favela que tienen ese... ke sé ió tan pap*pa. Se reía: "Pensar que algunos desconfiaban de este fiey*..."
Y cantaba bajito un tema raro, del grupo El Otro Yo:

El amor ya fue / cuando desperté,
en un nuevo universo / donde no estás vos.
Desaparecé / basta de sufrir,
con tu enfermedad sadomasoquista...
Sádico, psico / sádico, psico / sádico, ujuhhhh...

(play en el reproductor)

te escribo estas breves líneas para decirte que podés quedarte tranquilo. Que ni una gota de tu contenido será derramada en vano. Que con nosotros -seamos 11, 10, 9 o los que la afa diga- tu jugo siempre estará a salvo. Siempre. Y confesarte también una cosita: antes de tomarlo lo hacemos cóctel con unos ingredientes buenísimos (pero que nunca ocultarían tu sabor inconfundible). Mirá, acá le agregamos jugo de corazón... de garra... de huevo... de sacrificio... de solidaridad... de mancomunión... de humildad. Y de paciencia también, fijate vos. Porque hay que ser muy paciente, saber esperar. Y a veces aguantar. E ir a buscar cuando el momento lo exige. Por eso, una vez mezclado todo... adeeeeeeentro mi alma! Y para qué te cuento: una delicia, no falla.
Por eso, querido bidón, te repito que te quedes bien tranquilo. Fumá. Falta poco y vamos por muuuy buen camino.

Desde acá, un saludo fraterno y estamos en contacto (siempre).

Con el cariño y el respeto de toda la vida
Estudiantes de La Plata

¡Salú!

PD: se busca clásico.

Ocho de la noche.
El Centenario,
hasta las manos.
Y en las manos
ya no quedan uñas.

¿Cómo viene la mano?
Cuánto humo... ¿Bengalas?
¿O es el grupete de
la fumadora de 115?
Sí, están fumándose
hasta los dedos.
Pero igual, con o sin dedos, alzan al cielo miles de manitos duras.
¡Vamos pincha / que vamos a ganar! ¡Vamos pincha / que vamos a ganar!
Es el grito de guerra, vamosvamosvamooooos.

Y los once leones posando para los fotógrafos:
parados, el Bambi, Pacha, el Flaco, Cacho, el Tucu, el Tordo y Tato;
hincados, Felipe, el Ph. D., Marquitos, el Bocha y la Bruja.
Todo listo. El cuervo peruano, cronómetro en mano, da la orden.

Allá en La Plata, unos lo miran por tv.
Otros andan spica en mano, chivadísima de apretarla y estrujarla...
Doce del primer tiempo...

(play en el reproductor)



Sí, viejo, está todo bajo control pero...
¿cuánto falta? ¿cuánto falta, che? ¿diez? ¡es un siglo!
¡vamo' Estudiante' vamooooo'! ¡daaaaaale, querido!
¡vamo' que tenemos que liquidar a estos brasucas, vamoooooooo'!
¡no doy máaaaaaaas!

(play en el reproductor)



¡Somos campeones
de América, boludo!
¿te das cuenta?
¿TE DAS CUENTA DE ESO?

Claro, ma' sí, hombre,
llorá con ganas...
¿sabés lo que es
La Plata ahora?
¿tenés idea?

¡Sí sí señores
yo soy del Pincha /
sí sí señores
de corazón /
porque este año
desde La Plata /
desde La Plata
salió el nuevo campeón!

¡Miren esa vuelta olímpica, miren!

Qué grandes que somos, por favor... qué grandes...

¡vamoooooooooooo' pincharrata de mi vida vamoooooooooooooooo'!

PD: piedra libre en 7 y 50 para un Ruso pendejísimo, con bombo y en alpargatas...

Mientras la gente de Estudiantes iba desbordando Montevideo, el plantel ya concentraba desde hacía varios días. ¿El lugar elegido? Los Aromos, un completo predio ubicado a veintipico de kilómetros del centro. Allí, Don Osvaldo y su cuerpo técnico planificaban el partido. Los jugadores entrenaban y disfrutaban del tiempo libre. Y allí estaban los cronistas de El Gráfico, que un par de días antes publicaron una doble página en la revista, con los detalles de aquella espera albirroja. Merci, Pichukó.

(click en las imágenes para ampliar)

Estudiantes ganó su primera Copa Libertadores el 16 de mayo de 1968. Este viernes se cumplirán 40 años. Y el AN7I-FIERR* -como ya es costumbre- apelará a sus archivos (*) para celebrar tamaña gesta.
Un par de días antes del partido empezaron a llegar a Montevideo algunos grupos de hinchas albirrojos; al día siguiente, muchos más; y miles y miles durante la jornada misma de la consagración. No era para menos. ¿Serían moda? (cuack)
Más allá del paso en falso con derrota 1-3 ante el Palmeiras en el Pacaembú (9 de mayo, San Pablo, Brasil), aquellos simpatizantes sabían perfectamente que el equipo de Don Osvaldo tenía tanto o más para dar como en el triunfo agónico 2-1 en 1 y 57 (2 de mayo).
Los memoriosos uruguayos -esos que la tienen clara y no mienten- siguen asegurando que nunca vieron semejante movilización de público desde la Argentina. Ni siquiera con la b*sta o ri-verga. Ese público exhibió toda su pasión por la tradicional 18 de Julio (foto inferior) y por las principales calles de la capital. Habían llegado en barcos (fotos superiores, del "33 orientales"), autos, camiones y aviones.

A la hora en que el árbitro peruano César Orozco dio el pitazo inicial (20:04 de la Argentina) en el Centenario había 50 mil personas. Y de ellas, unas 20 mil pincharratas (para algunos más, para otros quizá un poco menos). Multitud al fin, recibieron a los once leones con papelitos, bombos y bengalas. Sí, bengalas, como ahora. Sentían que la gloria estaba por llegar. Faltaban nada más ni nada menos que noventa minutos. De ese momento sublime hablaremos en la próxima.

¡Salú!

(*) Las fotos corresponden a la desaparecida publicación sensacionalista Así, que salía tres veces por semana (martes, jueves y sábados). Abordaba un solo tema digno de despliegue en un formato tabloide, papel algo más presentable que el papel prensa y varios textos con muchísimas fotografías (todo en tonalidades verdes). Según se afirma, estaba ligada -en propiedad y estilo- al incipiente diario Crónica, de Héctor Ricardo García. Costaba $ 50 (El Gráfico $ 80.-)

En todo momento -no sólo en los urgentes o cruciales- un an7i-fierr* debe estar preparado. Para eso, y sin desmayos, tendrá que edukarse, instruirse, informarse, empaparse, chorrearse, ahogarse en kul7ura me7álika.
Con este noble propósito, y en víspera de un martes 14-1, el blog se komplace en presentar el "Pekeño An7i-Fierr* Ilustrado". Konsta de una serie de modernísimos faSíkulos koleSionables con teStos breves que hasta podrían desembokar en una FIERR*-PEDIA, kiéntedicemirá...
Todo lek7-0r tendrá la posibilidá de akudir a esta hemorragia de sabiduría para, por ejemplo, kedar como un duke en una reunión in7eleTual; me7er un bokadiyo en la kola del cine; levantarse una mini7a... O sakar un kuerpo de ventaja a la hora de buskar laburo y tan7-0 más.
Y ahora... ¡a estudiar! ¡ke el fierrerí* no deskansa!

Abrir el paraguas adentro: ningún supersticioso tendría jamás la osadía de abrir un paraguas en un ambiente cerrado. El origen de este temor se remonta a la época en que los reyes orientales y africanos lo usaban sólo a modo de sombrilla para protegerse de los rayos solares. Debido a su conexión con el astro rey y porque también su forma simboliza el disco solar, abrirlo en un lugar sombreado, fuera de los dominios del sol, era considerado un sacrilegio. Es probable que la superstición se reforzara cuando los paraguas llegaron a Europa y empezaron a ser empleados casi exclusivamente por los sacerdotes en los oficios de los difuntos, sin otro fin que protegerse de las inclemencias del tiempo.

Hoy salimos con dos posteos en uno.
Y antes de meternos en el análisis, un par de bidoncitos:
- Aplauso para la chiflatina a Palerm* cada vez que la tocaba.
- Gozoso espectáculo de ver sólo 2.000 monitos b*steros en una pelada tribuna para 10 mil.

Ahora sí: pocas alegrías tan orgásmicas como ganarle a la b*sta y, sobre todo, ganarle en circunstancias de plata o mierda. Triunfo necesario como el agua no sólo por el repunte anímico tras la eliminación copera, sino por salir airosos del partido más complicado de los 6 que faltaban.
Además -vale recordarlo- Estudiantes necesitaba una actuación sólida como la de hoy. No perdamos de vista que en los últimos compromisos (desde arse-anal, pasando por lanú, tiger y el kanaya hasta llegar al bich*) habíamos señalado ciertas lagunas de funcionamiento que a veces alcanzaron un tiempo completo.

Hoy, el pt fue planteado inteligentemente; porque la b*sta esperó demasiado, reservándose para un mayor despliegue en el segundo. De hecho, fue así. A tal punto, que ese cerrojo determinó que apenas llegaran con un tiro desde lejos. Con Graci*n de adorno y los delanteros anulados. Así, el Pincha tuvo las espaldas cubiertas para llevar peligro cierto sobre Karant*: dos cabezazos salvados en la línea y un furioso zurdazo de Moreno.

El st fue al revés. La b*sta dominó la pelota (no el juego) y Estudiantes se retrasó unos metros, con más cautela y a la espera de salidas rápidas. No hubo mayores sofocones hasta la media hora, cuando un córner de JSV fue bajado por el Chavo para que Maggiolo la peinara p'adentro (N. de la R: no esperen que desde aquí propongamos poster, wallpaper, estatua o "Agrupación EM" por un gol clave; simplemente, cumplió con su tarea por tantas veces que entró de turista).
De ahí al final se jugó como corresponde jugar: apretados, pero con el bidón bien en alto. Y en el final hubo premio.

Ahora quedan cinco (agarrate, 7ris7ero...) El rumbo sigue siendo el correcto y seguimos a plata o mierda. ¡Y eso está muuuy bueno!

¡Salú!

PD: y como hoy se celebra el Día del Himno, nos despedimos entonando las estrofas que nos corresponden. Adelante, don Jorge Sobral...

(play en el reproductor)



Respecto del fierr*, bué... mandó un sms hace un yato: "Trabajar en este partido fue como yobarle el juguete a un nene". Pero en un mail agregó que la pasó lindo, paseó, tomó solcit* y que no necesitó kambio de pañales.

Se metió en la tribuna gayina con una careta de mamado. "Soy el yiojano del tablón", les dijo. Y como estaban todos pasados de yosca, lo yecibieron como uno más.

Al principio anduvo distraído (¡ganaba gilaCia 2 a 1! ¡kanpione'!) pero en el st ajustó su biyuterí ad hoc y todo kedó como era entonces: se komieron kua7ro.

Bien, sr. fierr*... nada de karidad con esta gen7e. ¿Que un empate hubiese estado bueno? Quizá, pero mejor así. Siempre.

Me pasó lo mismo que comentara Jo7apé: aguanté unos quince minutos. Máximo. Los de Bendit* tú eres (radio La Kuadrada, anoche, tipo 21.00 hs) hablaban y se interrumpían, se interrumpían... por ahí hablaban, se interrumpían, dale dale dale dale dale dale. Y nada interesante surgía en las interrupciones sikiera. Eran varios... ¡muchos! ¡demasiados! ¡miles de maldi7os ellos eran!
Pero el gran Pichuko pudo sobreponerse a la agresión auditiva. Y esperó paciente, como an7i-fierr* tibetano. Y los interrumpidores profesionales como kien no kiere la kosa finalmente lo pusieron al aire al Ph. D.:

(Maldito): Usted es muy conocido en el mundo del fútbol como alguien muy cabulero pero también he leído que usted las transforma en costumbres...
(Bilardo): Costumbres. Claro, son costumbres. Cábalas no hay en la vida. No hay cábalas, hay costumbres.
(M): Me han llegado algunos rumores de cuando estaba acá en Estudiantes... ¿qué problema hay con los poyos?
(otro M): más o menos así es la historia. En su última etapa en Estudiantes, por circunstancias de la concentración cambiaron de cocinero. En una de esas, usted visita la cocina y ve que el nuevo cocinero les estaba preparando poyo a los jugadores. Y por una mala experiencia que había tenido con el poyo, le dijo al cocinero que poyo no se comía, los jugadores no iban a comer poyo. Y no conforme con esto, tiró todos los poyos al medio del predio de la concentración ¿qué hay de verdad en toda esta historia?
(B): No, no, tirar la comida no. Lo del poyo sí es verdad; es decir, los equipos que me tocó dirigir a mí un día antes del partido no comen poyo, no comen poyo, porque hay que comer carne, proteínas.
(M): ¿Y por qué no poyo? ¿cuál es la explicación?
(B): No, porque hay que comer carne.
(M): La costumbre es comemos carne y poyo ni en pedo... ¿o es mufa el poyo?
(B): No, no. Poyo no comen. Poyo hace como 20 años que no comemos (risas).
(M): Eso de partido ganado se repite al otro día...

(B): Y... según. Ahí en La Plata... ¡qué se yo! Yo creo que más costumbres que ahí en La Plata no hubo. Vos tenés que tener en cuenta que hace 40 años que están con las cábalas, cábalas, cábalas. Y yo les digo: "no son cábalas, son costumbres". Cada uno tiene sus costumbres. Y ahí en La Plata hay muchas. Por ejemplo, había algunas costumbres que salían bien. Cuando se jugaba los domingos se venía del country hasta la cancha por calle 5. Cuando llegás al diagonal 80 entonces ese semáforo había que tomarlo en verde. El domingo lo tenías en verde, pero los miércoles que había copa a la noche era dificilísimo. Entonces hay que hacer una maniobra bárbara para llegar, porque el semáforo ése tenía que estar en verde...

(M): Reglas de vialidad... una de tantas. Después... ¿jugadores que sean cabuleros?
(B): Bueno, por ejemplo... cuando suben al micro, cada uno se sube y se sienta en un lugar, uno al lado del otro, otro detrás y así. Por ejemplo, nosotros teníamos la costumbre de pasar una música en el mundial...
(M): ¿Puede decir cuál?
(B): No me acuerdo... Una muy conocida... (canta) "Chiquito, chiquito/ bonito..." (*) ¡Qué se yo! ¡No me acuerdo!
(M): Ponían esa canción siempre...
(B): Era buenísima. Como estábamos en el mundial, primero había dos policías; después cuando llegamos a la final había diez que nos apuraban. No nos conocían, y había que ir despacito porque había que escuchar todo el tema.
(...)
(B): Otra de las tantas costumbres que teníamos era: un día antes del partido salir de la concentración del country, ir hasta las vías y tenía que pasar el tren. Si pasaba el tren, ganábamos seguro... (risas)

(*) El tema musical referido por el Ph. D. es "Gigante chiquito", de Sergio Denis, de quien ya mismo comenzamos a escribir su nombre correctamente. Y... una canción suya adobó de buena suerte a los campeones del '86, nada más ni nada menos...

(play en el reproductor)

Fue el domingo 26 de marzo de 1967.
Cuarta fecha del primer Metro, que al final nos vería campeones.
Ese poema se escribió en nuestra cancha, sobre el arco de 57.
Y en el último minuto, después de 89 para el olvido.
Juan Miguel Echecopar empezó a gambetear muñecos en el área b*stera.
Primero a Marzolini, dos veces.
Después a otro de los zagueros.
Y cuando le salió Roma la tocó con categoría y se la mandó a guardar.
Delirio total.
La revista El Gráfico, dos días después, lo hizo tapa:
"El gol del domingo: Echecopar hace saltar a La Plata". Y la nota adentro: "89 minutos aburridos y en el último... el poema de Echecopar".

El protagonista, tiempo después, confesó:
"Todos los periodistas querían que contara el gol y a mí me daba vergüenza. Había gambeteado a Marzolini dos o tres veces, pero no podía contarlo, me parecía una falta de respeto hacia Silvio. Después salieron unos tipos a decir que había que levantar un monumento a ese gol y mis compañeros me volvieron loco con ese tema durante un montón de días".